Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ Los padres del estudiante dominicano Winston Ortiz, asesinado a puñaladas y quemado vivo por el hermano de su ex novia, Adonis Betances (también dominicano), se movilizaron en las inmediaciones de la Corte Criminal  de El Bronx el viernes, después que  el acusado compareció virtualmente ante un Gran Jurado para la lectura de los cargos, que según los familiares del muerto, se le suavizaron y reclaman asesinato en primer grado que conlleva cadena perpetua.

La segunda audiencia fue reenviada sin fecha fija.

Winston Ortiz (padre) y una tía, Nancy Tamarez, dijeron que el asesinato  fue uno de los crímenes más brutales de los últimos años  en El Bronx.

La tía calificó el asesinato y la quema del cuerpo de su sobrino mientras estaba gravemente herido, como uno al estilo de los carteles de las drogas.
Los progenitores del estudiante estuvieron acompañados de otros parientes y vecinos.

La madre Joan Ortiz, no pudo hablar con los reporteros debido a que todavía está devastada por el homicidio, pero había dicho que quiere justicia.

“Morir así en agonía, y encima de eso, ardiendo. Quiero justicia, quiero justicia porque mi hijo no merecía morir así. Ningún ser humano merece morir así”, dijo la madre el día del asesinato.

“Los gritos de mi niño se oían en todo el vecindario, todo el mundo los escuchó y mi niño aún en la agonía, clamaba a Dios”, relató la tía.

El padre dijo que su hijo daba su corazón por la familia y los amigos.

“No es porque era mi hijo, pero no habrá otro para reemplazarlo”, añadió el señor Ortiz.

“Esto fue algo horrible, algo diabólico, bujería, santería, un crimen a estilo los carteles de drogas”, sostuvo la señora Tamarez.

“Eso fue sin motivo, premeditado y fue algo que nadie se merece”, sostuvo el papá.

Dijeron que continuarán la lucha por justicia para Winston.

Betances, de 22 años está siendo acusado de asesinato en segundo grado y homicidio en primer grado.

Frente a la corte estuvieron presentes las familias de la víctima y del acusado.

El juez del caso le impuso una fianza de $200 mil dólares, aunque su abogado no la solicitó.

Ortiz, de 18 años de edad, era miembro activo de una iglesia cristiana en El Bronx y un estudiante de excelencia académica.

El Faro Latino

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