Comunitarios rechazan pretensiones de convertir a Manzanillo en una «Haina chiquita»
Por Frank Valenzuela
Manzanillo, Montecristi. – La comunidad de Manzanillo ha levantado su a voz de denuncia y rechazo a la intención de desalojar el histórico sector de Villa Raif para entregarlo al sector empresarial, según está contemplado en el documento preliminar del Plan Maestro de Manzanillo que está en discusión y que será presentado el próximo 31 del presente mes, rechazando al mismo tiempo las pretensiones de convertir a Manzanillo en una «Haina chiquita»
Narciso Castro, un comunitario oriundo del sector, afirma que ha vivido en Villa Raif por más de 60 años y no se le ha ocurrido mudarse a otro lugar. En tal sentido, exige una revisión del Plan Maestro que contemple un desarrollo equitativo y sostenible, sin afectar a las familias que han construido sus vidas en este emblemático barrio.
Castro destaca que «Villa Raif es un emblemático sector que ha sido hogar de generaciones de familias y es un testimonio vivo de la historia y la evolución de Manzanillo».
El sector fue construido en la década de 1950 por Grenada Company, una compañía subsidiaria dominicana de la multinacional bananera United Fruit Company. La llegada de Grenada Company transformó una pequeña aldea de apenas cinco viviendas en Manzanillo en un complejo agroindustrial que incluía viviendas para sus empleados. El nombre de Villa Raif se debe al ingeniero que lo construyó, Mister Raif.
El Plan Maestro propone el desalojo de Villa Raif con el objetivo de desarrollar proyectos de inversión sobre todo de industria pesada y liviana. Los residentes del sector, sin embargo, se oponen firmemente a esta medida, argumentando que es posible encontrar otras áreas para tales proyectos sin desalojar a la comunidad. Ignacio Tavares señala que el gobierno no puede hacer un desalojo afectando una comunidad completa para beneficiar a un grupo de políticos.
La población de Manzanillo ha demostrado su apoyo a Villa Raif en la lucha contra un posible desalojo, uniendo fuerzas para defender los derechos de sus habitantes y preservar su historia y su legado.
Consuelo Peña Perdomo indica que los pueblos deben conocer su origen e historia y, cueste lo que cueste, mantenerlos y preservarlos.
La comunidad de Villa Raif está organizada en una junta de vecinos que trabaja de manera unida y colaborativa, luchando en defensa de sus derechos y en busca de soluciones justas y equitativas. En una nutrida reunión, los vecinos de Villa Raif manifestaron su firme oposición al desalojo. Entre ellos, el regidor Roberto Espinal (el chino) y la profesora Antonia Perdomo, quienes resaltaron la importancia de preservar la historia y la vida de las familias que han habitado el sector durante generaciones. La bandería política ha estado alejada de la demanda de los comunitarios del sector Villa Raif.
La posición de los residentes de Villa Raif es apolítica, dejando a un lado cualquier bandería política y enfocándose en la defensa de sus derechos como comunidad y en la preservación de su patrimonio histórico y cultural. Edwin Sebastián Castro Moreno, secretario general del Partido Revolucionario Moderno, destaca su apoyo a Villa Raif y su identificación con el barrio, ya que se crió allí.
Los habitantes de Villa Raif han expresado sus preocupaciones y consideraciones en torno al desalojo, haciendo un llamado al gobierno a no incluir esta acción en el Plan Maestro y buscar soluciones alternativas. Maritza Cabrera enfatiza que los derechos de los residentes deben ser respetados y que la unidad es la fuerza para enfrentar las injusticias.
La comunidad solicita que se busquen otros espacios para desarrollar los proyectos de inversión y urbanismo propuestos, sin afectar a los residentes de Villa Raif y respetando su derecho a permanecer en sus hogares. En este sentido, tanto Manzanillo como Villa Raif no se oponen a la implementación del Plan Maestro de Desarrollo.
Sin embargo para los residentes de Manzanillo y el sector Villa Raif expresan su preocupación que con un posible desalojo Manzanillo sea transformado en una «Haina Chiquita». Yolanda Cordero Otoniel Vargas asegura que el pueblo se dará a respetar y Villa Raif será el ejemplo, rechazando la idea de convertirse en un área de desarrollo industrial similar a Haina. Por otro lado, Carmen Sarit, una residente en Nueva York, envía un mensaje claro y contundente a los habitantes de Villa Raif y al gobierno: «No al desalojo».
Saly Rivera destaca que Manzanillo es único y sostiene que tanto Villa Raif como Villa Banack deberían ser donde comience el desarrollo urbanístico en todos los aspectos. La preocupación de la comunidad es preservar el espacio urbano de Manzanillo y evitar que se convierta en un área industrial contaminante, como sucedió en Haina.
En lugar de transformar Villa Raif y Manzanillo en zonas industriales, los residentes proponen una alternativa que permita preservar su espacio urbano y al mismo tiempo impulsar el desarrollo en el municipio y la provincia Montecristi. La propuesta es convertir el corredor Manzanillo-Copey en un espacio destinado al desarrollo de la industria pesada y liviana,
Esta alternativa permitiría a la comunidad de Villa Raif mantener su calidad de vida, su patrimonio histórico y cultural, y al mismo tiempo contribuir al desarrollo económico de Manzanillo. Jesús Bonilla recalca que el gobierno debe actuar con responsabilidad
La comunidad Manzanillo de y el sector de Villa Raif en su conjunto se mantienen unidos en la lucha por un desarrollo sostenible y equitativo, que proteja su historia, su cultura y su medio ambiente, al tiempo que impulse el progreso económico y social en la región. Juntos, hacen un llamado al gobierno para que escuche sus voces y tome en cuenta sus propuestas, rechazando la idea de convertirse en una «Haina Chiquita» y buscando soluciones más justas y sostenibles para todos.