Por Frank Valenzuela
La comunidad y el país, de luto

Manzanillo, Montecristi. La comunidad de Manzanillo, un histórico espacio geográfico transfronterizo en el noroeste de República Dominicana, amaneció de luto este viernes. La consternación se ha adueñado de sus calles tras confirmarse que uno de sus hijos queridos, Santiago Rafael Espinal, conocido como Chanol o Monkey, figura entre las 225 víctimas mortales de la tragedia de la discoteca Jet Set en Santo Domingo. La nación dominicana entera comparte el duelo: banderas a media asta, vigilias espontáneas y un dolor colectivo que trasciende fronteras marcan estos días de tristeza y solidaridad.
Hijo de un pilar deportivo de la comunidad
Santiago Rafael Espinal era hijo del consagrado deportista Santiago Espinal, ampliamente reconocido por su entrega a la juventud y al deporte en Manzanillo, provincia Montecristi. El padre, un referente comunitario que por décadas ha formado a niños y jóvenes en disciplinas deportivas, ahora llora la pérdida de su primogénito. “Crió a su hijo inculcándole los valores del compañerismo y el servicio a los demás”, comenta un allegado de la familia, reflejando cómo las virtudes del padre vivían en Chanol. La noticia de su fallecimiento ha dejado perplejos a vecinos y amigos que conocían la estrecha relación entre padre e hijo y la dedicación de ambos al bienestar de su comunidad.

Un joven valioso, querido y respetado por todos
A sus 37 años, Chanol Espinal era un joven valioso, querido y respetado por todos en Manzanillo. Había heredado de su padre la pasión por ayudar a la juventud: organizaba actividades deportivas y siempre tenía una palabra amable para quien lo necesitara. “Era de esos chicos que iluminan la vida de los demás con solo una sonrisa”, describe un antiguo profesor. En las calles alegres de este pueblo de la frontera, todos sabían quién era Chanol y lo apreciaban profundamente. Su carisma y humildad le granjearon el cariño unánime de la gente, desde los más jóvenes hasta los mayores que lo veían casi como a un nieto propio.

De seguridad en la disco a disfrutar una noche libre
Paradójicamente, Santiago Espinal trabajaba en la misma discoteca donde encontró la muerte. Formaba parte del equipo de seguridad del Jet Set, el icónico club capitalino, pero el martes fatídico no estaba de servicio. Había decidido ir a disfrutar de la música junto a su esposa, aprovechando una noche libre. La pareja asistió con la ilusión de un merecido entretenimiento; ninguno podía imaginar el desastre que se avecinaba. “Chanol siempre velaba por la seguridad de todos, pero esa noche estaba del lado del público, relajado, pasándola bien”, relata un colega, todavía incrédulo. Su esposa, Marleny Castillo, oriunda de Loma de Cabrera, lo acompañaba en la pista de baile cuando el techo colapsó; ambos perdieron la vida en la tragedia.
Una tragedia nacional que golpea al corazón de Manzanillo
El derrumbe del techo del Jet Set ocurrió en la madrugada del 8 de abril, durante un concurrido concierto de merengue. En segundos, la alegría se tornó caos: la estructura cedió y sepultó a cientos de personas. Chanol y Marleny desaparecieron entre los escombros, mientras sus familiares emprendían un angustioso viaje desde Manzanillo a la capital al enterarse de la noticia. Durante más de dos días, Manzanillo se aferró a la esperanza. Amigos y vecinos organizaron cadenas de oración, alimentando la tenue ilusión de que Santiago Rafael pudiera haber sobrevivido. Lamentablemente, el cuerpo sin vida de Chanol Espinal fue hallado el jueves entre los restos del local, tras intensas labores de búsqueda. La confirmación de su muerte —y poco después la de su esposa— partió en dos el alma del pueblo. “Sentimos que el tiempo se detuvo”, expresaría más tarde un allegado, en alusión al profundo impacto de la tragedia.
Del dolor a los homenajes: un pueblo que asiste a su despedida
Este viernes, 11 de abril, Manzanillo recibió a Chanol con los brazos abiertos y lágrimas incontenibles. En la mañana temprano, su cuerpo inerte llegó a la comunidad, directamente al campo santo. Decenas de personas le esperaban en honor al joven fallecido. El cuerpo de Santiago Rafael Espinal fue recibido entre sollozos y oraciones. Sus restos recibieron cristiana sepultura en el cementerio municipal de Manzanillo. En primera fila, destrozado pero agradeciendo el apoyo colectivo, el padre deportista despidió a su hijo bajo un cielo encapotado que parecía llorar junto a todos para decir adiós a Chanol, en un homenaje que visibilizó cuánto había tocado su vida a los demás.
Facebook, muro de lamentos y recuerdos
En la era digital, el dolor comunitario también se ha volcado en Facebook, convertido en un improvisado muro de lamentaciones, indignación y homenaje para Chanol. Desde el mismo jueves en que se confirmó la trágica noticia, amigos, vecinos y hasta desconocidos conmovidos comenzaron a llenar las redes sociales de mensajes. En cada publicación se percibe una mezcla de tristeza profunda y rabia contenida ante lo ocurrido.
“Hoy la Bahía de Manzanillo está de luto por el fallecimiento de uno de los nuestros. Santiago Espinal fue uno de los de la discoteca. Mis condolencias para todas sus familias y especialmente para su padre, Chago Espinal Gilbert.”, escribió con amargura Alfredo Olivo, manzanillero residente en EE.UU.
Roque Ogando, compartió fotos de Chanol sonriendo en mejor época y añadió con desconsuelo: “Solo le pido a Dios muchas fuerzas y fortaleza para todos sus familiares en este momento de tristeza y dolor por el cual están pasando en este momento”. Los comentarios se multiplican minuto a minuto, conformando un memorial virtual para quien en vida fue el alma de muchas reuniones y el apoyo de tantos.
Consternación, incredulidad e indignación en cada mensaje
La consternación colectiva se refleja en palabras sencillas y sinceras. “Amigo mío. Qué tristeza dejas y qué dolor para toda tu familia y tus seres queridos. Dios tenga misericordia de cada uno de nosotros en este mundo que, sin saberlo, puede darnos una mala sorpresa. Mis condolencias a la familia de Chanol Santiago R Espinal y su esposa Madeline.”, expresaba atónita Arlenne Johnson en su muro, poniendo en palabras el estupor de muchos.
Igualmente, la Dra. Kathetine P. Cabrera García, médica oriunda de Manzanillo, publicó un emotivo mensaje: “Duele tu partida Hermano de mi corazón, fuiste un gran hijo, padre, amigo y hermano. Agradezco a Dios y a la vida por ponerte en mi camino, no hay palabras para describirte y describir este dolor. Sé que papá Dios te tiene en un hermoso lugar mi chaguito, Tao y Chaina mis más sinceras condolencias mis amores paz y conformidad para ustedes Espinal Soriano Teddy Santiago R Espinal Chago Espinal Gilbert”.
Algunos mensajes desbordan tristeza; otros, indignación. “Hoy estamos pasando por uno de los momentos más difíciles al recibir la mala noticia de que nuestro querido amigo Santiago R Espinal (chanol) ha fallecido en el trágico y fatal incidente de la discoteca jet set. Paz a tu alma y vuela con Dios querido hermano.”, reclamó Manny Almonte, reflejando la indignación de una comunidad que quiere entender por qué una noche de fiesta terminó en pesadilla. Entre los más cercanos, el sentimiento predominante es la incredulidad: nadie asimila del todo que Chanol ya no esté.
Entre el dolor y los recuerdos, un legado imborrable
También abundan los recuerdos entrañables y los elogios a la calidad humana de Chanol. “Se dice que fallecieron Chanol y la esposa Medellín Castillo, ya está confirmada, se pudo apreciar cuando el techo le cae a Medellín encima ya saliendo de la discoteca, al parecer andaba para el baño y de repente se devuelve porque se dieron cuenta de que iba a colapsar el techo, lo único malo que tardaron mucho en salir y mi amigo Chanol estaba en el mismo centro de la pista de baile, pero como lo expliqué estemos preparados para lo peor, demasiado tiempo, mis más sentidos pésame a toda la familia Espinal y Castillo en paz descanse mi amigo Chanol Santiago R Espinal”, escribió Biojanny Frías Muñoz, acompañando sus palabras con un corazón roto en símbolo de dolor.
Ramón Miguel Santos, amigo de siempre, lo despidió así: “Solo es un hasta luego Monkey hermano mío, con mucha tristeza y dolor quiero darle mi más sentido pésame a toda la familia (Espinal) (Soriano) tenía toda mi fe de que apareciera sano y salvo hermano mío duele mucho porque fuimos nacido y criado juntos. Pero un verdadero amigo nunca se olvida Dios lo tenga en un buen lugar Monkey”. En medio de la tristeza, los mensajes subrayan una y otra vez cuán especial era Santiago Rafael Espinal para quienes lo rodeaban: trabajador, servicial, noble.
“Santiago R Espinal pido a Dios que tú y tu esposa estén protegidos por la misericordia de Dios y que vuelva con sus hijos señor tú sabes el dolor que tiene su familia dale una oportunidad en el nombre poderoso de Jesucristo”, aseguró Nieves Pérez, resaltando que el mejor tributo será recordar los valores que Chanol encarnó en vida.
Una pérdida irreparable para Manzanillo
En la circunstancia en que ocurrió, la muerte de Santiago “Chanol” Espinal ha dejado una huella imborrable en la comunidad fronteriza de Manzanillo. En este rincón apartado del país —acostumbrado a batallar con sus propias carencias y a veces olvidado en las noticias nacionales— la tragedia del Jet Set se ha sentido tan cercana como si hubiese ocurrido en el centro del pueblo. Cada habitante se ha sentido tocado personalmente por la pérdida de Chanol, un joven que representaba lo mejor de su gente.
“Manzanillo ha perdido a uno de sus hijos”, resume un joven amante del deporte visiblemente afectado. Asegura que Manzanillo llora a Chanol y, con él, a todas las víctimas de la tragedia. En medio del luto, su nombre ya trasciende más allá de las redes sociales y las páginas de un periódico: se ha convertido en símbolo de unidad para un pueblo que, entre lágrimas, promete que jamás olvidará a Santiago Rafael Espinal.