Frank Valenzuela

El teniente coronel, en tono provocador, les dijo al corresponsal de prensa: «Me empolvo para que saques mejor mi cara». Al instante, el corresponsal respondió: «No, no puedes prohibirme que yo venga, porque yo soy prensa». Sosa Guerrero replicó: «No, yo no te voy a prohibir. Tu celular es tuyo».

Resistencia Patriótica en Manzanillo

El día de la Independencia, mientras la República Dominicana celebraba su libertad, el Ministerio de Medio Ambiente envió un contingente militar al corazón de Manzanillo para destruir viviendas en los sectores vulnerables de la comunidad: Manhattan y Alto de las Palomas. Bajo el mando del teniente coronel Sosa Guerrero, la operación buscaba paralizar construcciones en áreas que el Estado tilda de «amortiguamiento», mientras ignora el ecocidio perpetrado por consorcios energéticos en el área protegida del Parque Manglares de Estero Balsa, un ecosistema declarado internacionalmente como ecosistema Ramsar.

Llamado a la Unidad y al Combate

Rosario Cabrera, presidenta de la Federación de Juntas de Vecinos del municipio Pepillo Salcedo, se erigió en la voz que encendió la chispa. Manzanillo se vistió de protesta y resistencia en su llamado implorador. «¡Venga pueblo, vengan a Manhattan! ¡Que se encuentren con una guasábara de pueblo unido!», arengó en redes sociales, convocando a una comunidad hastiada de abusos. Su llamado, profético y firme, resonó en cada rincón: «¡Somos guardianes de esta frontera. De aquí no nos saca nadie!», afirmaba cada segundo en su impotencia.

Herencia y Derecho Inalienable

Cabrera continuó inspirando a la comunidad, recordándoles su herencia y su derecho a la dignidad. La respuesta fue épica. Líderes comunitarios, regidores y ciudadanos de a pie llegaron al lugar, desafiando el silencio cómplice del 27 de febrero. «¡Ya despertamos! ¡Hoy se derramará sangre si es necesario!», gritó un residente, mientras otros coreaban: «¡Manzanillo no se vende, se defiende!». Kika, la enfermera, tomó el micrófono: «Esta tierra es nuestra herencia. ¡Ni el gobierno ni los militares nos arrancarán de aquí!».

Confrontación Frente al Abuso

La congregación se transformó en un escenario de solidaridad y reclamo social, donde cada grito y cada consigna se convertían en un puñal contra un ministerio que pretende marginar a los pobres de Manzanillo, mientras comete un ecocidio ambiental de Estado en la bahía. Los rostros llenos de coraje y determinación demostraron que la unión es la respuesta ante la opresión.

Intimidación y Desafío Institucional

Casi una hora más tarde, llegaron los militares asignados al Ministerio de Medio Ambiente, armados y con un comandante que dirigía la operación. Con rostro como si impartiera lecciones a alumnos de quinto grado, el teniente coronel Sosa Guerrero se dirigió a los presentes: «Vamos a empezar correctamente. Quien les habla es el teniente coronel, licenciado en derechos criminalistas, Sosa Guerrero, perteneciente a la provincia de Montecristi y zonas aledañas».

Era evidente que su única intención estaba dirigida a ordenar la paralización de las construciones de viviendas. Inmediatamente, al enfrentarse a dos comunicadores de la comunidad, en tono provocador les dijo: «Me empolvo para que saque mejor mi cara». El corresponsal respondió  «No, no puedes prohibirme que yo venga, porque yo soy prensa», Sosa Guerrero replicó: «No, yo no te voy a prohibir. Tu celular es tuyo».

Hipocresía y Doble Moral Expuesta

Con una vulgar mentira, desmentida de inmediato por los comunitarios, Sosa Guerrero afirmó: «En ningún momento el viceministro le otorgó el permiso para seguir construyendo. Lo que escuché de fuente oficial fue que el viceministro le dijo: ‘Hágame una carta con los nombres correspondientes de cada persona que tiene casa en construcción en el sector y mándenla, y que cuando yo la reciba, voy a tomar algún tipo de medida contra eso'».

Seguidamente, acusó a los residentes del sector de poner palabras en la boca del viceministro que nunca fueron dichas, asegurando que era cuestionable afirmar que el viceministro otorgó un permiso para seguir construyendo. De inmediato, los líderes de la comunidad presentes, específicamente el regidor Juan José Sosa, conocido como Polaco, le replicaron con firmeza: «No, no fue así. Ok».

Desafío Directo y Denuncia Inquebrantable

Con valentía y palabras firmes, mirando a los ojos del militar invasor, el regidor Juan José Sosa, «Polaco», confrontó al teniente coronel con datos irrefutables: «Usted no estuvo en Playa Estero Balsa cuando arrasaron manglares para plantas energéticas.

El Regidor Juan José Sosa, defiende a Manzanillo

 ¿Por qué solo aplica la ley a los pobres?». Polaco cuestionó: «Yo no le he visto a usted allá, en Estero Balsa; tampoco a la institución que usted dirige y, peor aún, tampoco he visto a los funcionarios de Medio Ambiente de Montecristi defendiendo el patrimonio nacional, sobre todo un sitio que ha sido señalado como de importancia internacional».

Su reclamo, seguro y convincente, defendía a una comunidad pobre de Manzanillo frente al abuso de poder que pretende mancillar el orgullo de ser manzanillero. Ante la interrupción del teniente coronel, Polaco respondió firmemente: «Déjeme terminar, por favor, permiso».

El regidor replicó con la firmeza de quien no cede terreno: «Entonces, ¿qué está pasando? Este tema lo tenemos sobre la mesa, discutiéndolo con el Consejo de Desarrollo. ¿Para dónde va a crecer Manzanillo? Si estamos rodeados de mar y, en este sector oeste, se encuentra la frontera con Haití».

El Grito Final de la Justicia Popular

Enredando su doble moral, el teniente coronel  intentó justificar la presencia militar: «Defiendo la Ley 6400». Pero la comunidad replicó con contundencia: «Esa ley es un arma contra nosotros, mientras los poderosos destruyen impunemente».

«¿Creen que no puedo derribar lo construido?» expresó

 Un residente respondió “¿Por qué multan por cortar un árbol, pero permiten que las empresas arrasen manglares?», inquirió una mujer, a lo que otro añadió: «Medio Ambiente es una oficina de ‘muchachos’ que protege a los consorcios, no al pueblo».

La voz de Manny, el regidor del deporte

A seguida tomo la palabra el regidor Manny, el regidor del deporte como se  hace llamar,  dijo que estaba ahí defendiendo el derecho constitucional a la vivienda porque aquí esta no es una tierra de nadie esta tierra tiene dueño y son los habitantes de este sector.

El regidor Manny junto al alcalde del municipio

Reveló que los regidores del Ayuntamiento de Pepillo Salcedo están conociendo el Proyecto de Ordenamiento Territorial del Municipio. Aseguró que los regidores nunca van a aprobar ese proyecto si Medio Ambiente no soluciona el problema de la habitabilidad en esos sectores.

«No firmaremos ningún ordenamiento territorial que ahogue a nuestros sectores. ¡Manzanillo debe crecer!».

De inmediato manifestó que ahora se les quiere prohibir a los ciudadanos de esos sectores que construyan su vivienda en los suelos donde han hecho su vida.

En ese sentido, reiteró, no vamos a aprobar ese proyecto si Medio Ambiente no resuelve el problema del crecimiento de Manzanillo, ya que la gente de Manhattan y Alto de las Palomas llevan años residiendo en ese lugar, antes de que se hiciera la ley que se pretende defender.

La voz del Alcalde se escucha

La anfitriona, emocionada, expresó: «alcalde, dígale algo a su municipio». A seguida, con voz pausada, el Alcalde Enercido Metz expresó: «Yo quiero que esto se resuelva, porque de hecho hemos estado en una fuerte y constante lucha con este problema.

La voz del alcalde se escucha

 Reuniones van y reuniones vienen. Ustedes vieron que los otros días, hace tres días, nos visitó el viceministro, aquí mismo, llegó a la zona, o sea, que estamos trabajando para que esto se resuelva… Porque aquí se sabe y se reconoce que este es un sector que tiene mucho tiempo de fundado, que hay mucha casa aquí.

 Yo entiendo que un día como hoy que vienen a parar construcciones, considero que hoy por lo menos se debe respetar, ya que como no quieren respetarnos a nosotros, que respeten a Sánchez y la Constitución, que hoy es un día de uno estar por lo menos celebrando esta fecha histórica. Salimos de la Plaza de la Bandera para acá, porque entendíamos que Medio Ambiente venía a derrumbar casas que ya están en construcción», concluyó el alcalde del municipio Pepillo Salcedo.

En un intento por desactivar la rebelión, Sosa Guerrero propuso una reunión en Montecristi: «¿Por qué no vienen aquí?», respondieron los presentes, «¿donde está el dolor?».

 La tensión escaló cuando una residente recordó al presidente Abinader: «Lo elegimos para que defendiera a los pobres, no para que nos pisoteara».

La anfitriona asegura: «Esto no es político, aquí está el pueblo de Manzanillo».

La nota final la puso Rosario Cabrera, frente a los corazones indignados: «Esto no es política, es dignidad. Manzanillo está unido, y no permitiremos más ecocidios ni desalojos. ¡El Estado promueve la destrucción, pero nuestra lucha apenas comienza!».

Mientras el teniente coronel huía en su vehículo blindado, la comunidad celebraba una victoria pírrica, consciente de que la batalla continúa: en Manhattan, en Estero Balsa, en cada rincón donde el Estado prioriza el capital sobre la vida. Manzanillo, hoy, es símbolo de una patria que reclama su verdadera independencia: justicia ambiental y derecho a existir.

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