Por Frank Valenzuela
Manzanillo, Montecristi. Con la mayor deferencia, pero con firme indignación, el Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEBAMDER) preguntó este viernes, al ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza: ¿dónde está el muelle pesquero que el Gobierno anunció con bombos y platillos, asignándole 11.3 millones de pesos en el presupuesto del presente 2024, un año que ya concluye sin ver la tan esperada obra en Manzanillo?. Esta comunidad, donde residen más de cien pescadores y sus familias, esperaba una infraestructura que garantizara el futuro de esas familias, que hoy contemplan, con amarga desesperanza, cómo las promesas oficiales se desvanecen irremediablemente.
Frank Valenzuela, presidente de la organización ciudadana, afirmó que el ecoturismo, otrora pilar prometedor para diversificar la economía local y fortalecer la identidad cultural del municipio, se hunde ahora en las profundidades del olvido. Mientras tanto, el ministro José Ignacio Paliza permanece en un silencio que sume a la población en la incertidumbre, la indignación y una pena desgarradora en estas Navidades marcadas por las precariedades. La ausencia de explicaciones plausibles se torna cada vez más preocupante ante el anuncio de la próxima visita del funcionario al territorio municipal.
Valenzuela aseguró que el muelle no es la única obra que debía haberse ejecutado este año. El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo destaca, en un informe sobre las obras del municipio, que también estaba programada la ampliación del plantel educativo José Gabriel García, en el municipio Pepillo Salcedo, con una inversión de 8.7 millones de pesos. Esta obra resulta esencial para preparar el capital humano que requerirán las dos plantas de energía valoradas en 1,700 millones de dólares. Asimismo, figuraban en las promesas la construcción de una funeraria municipal y un cementerio digno para la comunidad de Manzanillo.
La institución no gubernamental recuerda al ministro Paliza que en el mes de julio del año 2021, él fue testigo de primer orden cuando el presidente de la República, Luis Abinader, recibió a una comisión del Consejo de Desarrollo de aquella época. En ese encuentro, el propio ministro, presentó al Presidente el Plan de Desarrollo de Pepillo Salcedo y, con marcado énfasis, dijo: “Señor Presidente, aquí está todo lo que hay que hacer en Manzanillo”. El CEBAMDER destaca que, a través de esa comisión, la comunidad entregó una Agenda de Temas Críticos al Gobierno, subrayando la urgencia de estas obras que, lejos de ser lujos, representan derechos básicos e inversiones estratégicas para el desarrollo local.
Esa agenda incluye la eliminación del vertedero en Pepillo Salcedo, la creación de un Centro INFOTEP, la remodelación de la Playa Los Coquitos, la implementación de un plan de vivienda en el sector Los Barracones, la mejora en la descarga de Clinker por el muelle de Manzanillo., la solución del problema sistema de drenaje de Manzanillo, problemas del agua potable, una supervisoria policial, los problemas de las comunidades del municipio. Todas estas iniciativas, prometidas en el marco del Plan Maestro y con el consenso de la comunidad, brillan hoy por su ausencia.
La institución ciudadana, bajo el liderazgo de Valenzuela, afirma que da mucha pena constatar que el señor ministro nunca se haya molestado en regresar a Manzanillo para evaluar el nivel de ejecución de las iniciativas planteadas, dejando a la población en el más absoluto desamparo. En el plano educativo, la ausencia de la ampliación de la escuela José Gabriel García condena a la juventud de Manzanillo a carecer de un espacio formativo y técnico adecuado, una carencia imperdonable cuando se habla de proyectos energéticos millonarios que requieren mano de obra calificada, la cual se está importando de otros países y zonas del país.
Valenzuela destaca que la falta de una funeraria, un cementerio municipal digno, viviendas adecuadas y la eliminación del vertedero en Pepillo Salcedo pone de manifiesto un desdén humillante hacia las condiciones de vida más elementales de la población.
Agrega que la ausencia del muelle pesquero, la no implementación del Centro INFOTEP, la carencia de mejoras en la descarga de Clinker y la falta de remodelación de la Playa Los Coquitos evidencian la negligencia del Gobierno para impulsar actividades productivas y turísticas sostenibles, dejando a la comunidad sin herramientas para generar ingresos y consolidar su identidad.
Valenzuela aseguró que resulta chocante constatar cómo, mientras las comunidades locales son ignoradas, el Ministerio de la Presidencia reacciona con asombrosa rapidez para defender a quienes, con sus acciones, agreden la biodiversidad del Parque Manglares de Estero Balsa, un área protegida que debería ser valorada como un tesoro natural. Afirma que, mientras los pescadores de Manzanillo quedan sin un futuro claro, aquellos que atentan contra la riqueza natural del parque gozan del manto protector de las instituciones oficiales. “¿Acaso el Gobierno ha decidido privilegiar a los agresores de la biodiversidad por encima de la comunidad y sus legítimos intereses?”, se preguntó Valenzuela.
Ante la inminente visita ministerial, la organización ciudadana CEBAMDER exige que cese la retórica vacía y que lleguen soluciones inmediatas. Manzanillo necesita respuestas urgentes y acciones claras que le devuelvan la esperanza, rescaten su ecoturismo del fondo del mar y garanticen la dignidad y el futuro de sus familias. De no ser así, el Gobierno permanecerá bajo la sombra de la incredulidad, el pesar y la indignación que hoy embargan a todo un pueblo.
El Centro CEBAMDER establece que el supuesto desarrollo prometido por las autoridades se ha traducido en una lista de proyectos invisibles, obras anunciadas pero nunca iniciadas, y un abismo que se ensancha entre la ciudadanía y un Gobierno que debería representarla. En ese sentido, se pregunta: “¿De qué sirve la retórica oficial si las aulas, los talleres técnicos, la infraestructura turística y las soluciones ambientales jamás ven la luz?”. La confianza se ha erosionado y el pueblo se siente víctima de una estafa moral.
Finalmente, para el CEBAMDER, cada obra no ejecutada representa un golpe a la credibilidad de la palabra empeñada por el ministro Paliza y un atentado contra el porvenir de un municipio que anhela participación y justicia. Cada proyecto ausente es un recordatorio de que las promesas no son suficientes y de que la comunidad merece algo más que justificaciones vacías.