Por Frank Valenzuela

La propuesta de reforma fiscal impulsada por el gobierno de Luis Abinader ha generado una amplia reacción de los sectores económicos, sociales y políticos en la República Dominicana. Este análisis examina críticamente cómo diferentes actores, desde grandes industrias como la Cervecería Nacional Dominicana hasta organizaciones sociales, el sector turístico y las zonas francas, están siendo impactados por las medidas propuestas. Las preocupaciones sobre la carga tributaria, el aumento del IVA y la eliminación de incentivos fiscales han despertado oposición generalizada. Además, economistas y expertos han señalado los posibles efectos regresivos de la reforma, advirtiendo sobre una contracción del consumo y un aumento en la informalidad. En ese sentido,  la reforma, tal como está planteada, corre el riesgo de desincentivar la inversión y agravar las desigualdades económicas, lo que subraya la necesidad de un diálogo inclusivo y un diseño más equilibrado que minimice el impacto sobre los sectores más vulnerables y promueva el crecimiento sostenible.

Cervecería Nacional Dominicana (CND)

La Cervecería Nacional Dominicana (CND), un actor clave en la economía dominicana, ha sido enfática en su oposición al aumento de los impuestos a las bebidas alcohólicas. El sector cervecero aporta el 2.7% del PIB y genera miles de empleos, lo que hace que cualquier incremento en los impuestos afecte tanto a sus operaciones como a la competitividad del país en general. Mi análisis sugiere que esta medida podría tener un impacto a largo plazo en la inversión extranjera y la capacidad del sector para expandirse. Un aumento de impuestos a productos tan sensibles al precio podría llevar a una contracción del consumo y, en consecuencia, a una disminución de las recaudaciones fiscales. Esto refuerza la necesidad de que el gobierno reevalúe el impacto que políticas fiscales regresivas pueden tener sobre industrias que ya están contribuyendo de manera significativa a las arcas del Estado.

Sector Religioso: Iglesias Evangélicas y Organizaciones Sociales

Las iglesias evangélicas y otras organizaciones sociales han expresado su fuerte oposición al gravamen propuesto en la reforma fiscal. Estas instituciones no solo son actores religiosos, sino que juegan un papel crucial en la prestación de servicios sociales, especialmente en las comunidades más vulnerables. En mi opinión, gravar estas instituciones no solo afectaría su capacidad para continuar su labor social, sino que también podría generar tensiones sociales al limitar el acceso a servicios básicos para aquellos que dependen de la asistencia de estas organizaciones. El gobierno debe considerar exenciones o un trato fiscal diferenciado para estos actores sociales, que, en lugar de ser una carga, alivian responsabilidades del Estado al asistir a sectores marginados.

Oposición Política: Leonel Fernández y la Fuerza del Pueblo

Desde la oposición, Leonel Fernández ha sido uno de los principales críticos de la reforma, argumentando que es «regresiva» y afecta principalmente a la clase media y a los sectores más vulnerables. Coincido con este análisis, ya que el aumento del IVA en productos de consumo básico sin una redistribución adecuada de la carga fiscal tiende a perjudicar más a quienes tienen menos capacidad de absorber los aumentos. Un enfoque fiscal progresivo, en lugar de regresivo, sería más eficaz para asegurar que los sectores más acaudalados asuman una mayor responsabilidad en términos tributarios. El gobierno debe priorizar un enfoque que reduzca las desigualdades, en lugar de profundizarlas.

Partido de la Liberación Dominicana (PLD)

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), junto con economistas afines como Guarocuya Félix y Magín Diaz, han expresado una oposición firme a la reforma fiscal presentada por el gobierno de Luis Abinader, calificándola como regresiva y desproporcionada. Según el PLD, la reforma no solo recae injustamente sobre los sectores más vulnerables, sino que también pone en riesgo a la clase media, afectando gravemente el consumo, la vivienda y el transporte. En particular, Guarocuya Félix, exdirector de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), ha señalado que el aumento del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados (ITBIS) del 0% al 18% en productos básicos representa un golpe directo a los hogares dominicanos, incrementando drásticamente el costo de vida. Asimismo, Félix advierte que la reforma podría aumentar la evasión fiscal y fomentar la informalidad, ya que la carga impositiva recaerá principalmente sobre las mipymes, que constituyen un gran porcentaje de la economía informal. En línea con esta crítica, el PLD considera que la reforma debe ser progresiva, no regresiva, y que es fundamental un diálogo más amplio para asegurar que la carga tributaria se distribuya de manera equitativa entre todos los sectores económicos.

Magín Díaz, exdirector de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y economista vinculado al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ha sido otro crítico relevante de la reforma fiscal propuesta por el gobierno de Luis Abinader. Desde su perspectiva, la reforma tiene fallos estructurales que podrían llevar a consecuencias indeseadas, como un aumento de la evasión fiscal y una reducción en las recaudaciones, en lugar de un incremento. Díaz ha subrayado que la propuesta de una tasa única del 18% para el Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados (ITBIS) es excesiva, y sugiere la necesidad de un esquema de tasas diferenciadas, como ocurre en otros países, donde se gravan productos esenciales a tasas más bajas. Este enfoque, según Díaz, no solo ayudaría a proteger a los sectores más vulnerables, sino que también evitaría una caída en el consumo que podría frenar el crecimiento económico. Tanto él como Guarocuya Félix coinciden en que el aumento de impuestos sobre productos básicos y el enfoque regresivo de la reforma fiscal agravan las desigualdades, afectando principalmente a la clase media y a las pequeñas y medianas empresas (mipymes), quienes ya luchan con altos niveles de informalidad. En conjunto, el PLD, junto con sus economistas, reitera que esta reforma debe reconfigurarse para ser más equitativa y progresiva, proponiendo un mayor consenso entre los sectores afectados antes de su aprobación.

Sector Financiero: Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA)

El sector bancario, representado por la ABA, ha expresado su preocupación por el impacto de la reforma fiscal en los ahorrantes y en los instrumentos financieros. La modificación de la fiscalidad sobre el fideicomiso y otros instrumentos puede reducir el incentivo para la inversión en proyectos clave, como los del sector inmobiliario. En este caso, mi opinión es que el gobierno debe tener cuidado al reformar aspectos financieros tan delicados, ya que estos instrumentos no solo generan inversión, sino que también promueven la estabilidad del sistema financiero. Afectar negativamente la confianza en estos mecanismos podría tener consecuencias para la inversión a largo plazo, algo que la República Dominicana no puede permitirse si quiere seguir creciendo económicamente.

Sector Agropecuario: CONFENAGRO

Los productores agropecuarios, agrupados en la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (CONFENAGRO), han solicitado la exoneración del IVA para los productos agropecuarios. Este sector enfrenta márgenes de ganancia bajos y cualquier aumento en los costos de producción se trasladaría a los consumidores, incrementando los precios de los alimentos y comprometiendo la seguridad alimentaria. Desde mi perspectiva, eximir al sector agropecuario del IVA es esencial para mantener los precios de los alimentos estables y accesibles. En un país donde la seguridad alimentaria sigue siendo una preocupación, gravar la producción agrícola no solo afectaría a los productores, sino también a los consumidores más vulnerables.

Sector Turístico: Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (ASONAHORES)

El sector turístico, que representa una de las principales fuentes de ingresos del país, ha expresado su preocupación por la eliminación de los incentivos fiscales. La Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (ASONAHORES) advierte que esta medida podría reducir la competitividad de la República Dominicana como destino turístico. Coincido con la evaluación de ASONAHORES, ya que cualquier reducción en los incentivos para la inversión turística podría afectar negativamente el flujo de capital extranjero, la creación de empleos y el ingreso de divisas. La reforma debe ser sensible a la importancia estratégica del turismo en la economía dominicana y a los riesgos que una pérdida de competitividad podría generar en términos de crecimiento económico.

Sector Inmobiliario: ACOPROVI

El aumento del impuesto sobre la renta en el sector de la construcción ha generado preocupación en la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (ACOPROVI). La reforma encarecería el costo de las viviendas, afectando particularmente a las familias de ingresos medios y bajos. En mi análisis, este es uno de los sectores más críticos a considerar, ya que un encarecimiento del acceso a la vivienda afectaría directamente la calidad de vida de muchas personas, exacerbando el déficit habitacional. La construcción es un motor importante de la economía, y medidas que afecten negativamente su dinamismo podrían tener un efecto multiplicador en otros sectores.

Sector Zonas Francas: Adozona

La Asociación de Zonas Francas (Adozona) ha advertido que el aumento del impuesto sobre la renta a las operaciones de las zonas francas podría afectar la competitividad del país en relación con otros mercados regionales. Este sector es una fuente clave de inversión extranjera y empleo. Desde mi perspectiva, es vital que el gobierno mantenga los incentivos para las zonas francas si desea seguir atrayendo inversión extranjera y fomentando la creación de empleos. Cualquier medida que reduzca la competitividad de este sector debe ser cuidadosamente reevaluada, ya que sus efectos podrían repercutir negativamente en el crecimiento económico a largo plazo.

Sector Cinematográfico: ADOCINE

La industria cinematográfica, a través de la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (ADOCINE), ha mostrado su preocupación por la eliminación de los incentivos fiscales establecidos en la Ley de Cine. Estos incentivos han sido fundamentales para el crecimiento del sector y su eliminación podría poner en peligro miles de empleos. Como experta, considero que este sector, que aún se encuentra en desarrollo, debe recibir apoyo gubernamental para seguir creciendo. La cultura y las industrias creativas no solo generan empleos directos, sino que también son un pilar para la proyección internacional de la República Dominicana.

Sector Juventud y Emprendimiento: ANJE

La Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) ha señalado que la reforma fiscal no responde a los principios de equidad y consenso que deberían guiar este tipo de iniciativas. Desde mi punto de vista, el enfoque de ANJE es correcto al señalar que una reforma fiscal tan compleja requiere de un consenso más amplio, involucrando a todos los sectores afectados. Las micro y pequeñas empresas son particularmente vulnerables a aumentos impositivos, y una falta de consenso podría llevar a una mayor evasión y una contracción del emprendimiento, lo que limitaría el crecimiento futuro.

Conclusión: Necesidad de un Enfoque Equilibrado

En conclusión, la reforma fiscal propuesta por el gobierno de Luis Abinader enfrenta una serie de desafíos que deben ser abordados con un enfoque más inclusivo y equitativo. Los sectores afectados han expresado preocupaciones legítimas que deben ser consideradas cuidadosamente por el gobierno. En mi opinión, una reforma fiscal que promueva el crecimiento económico sostenible debe centrarse en incentivar la inversión, proteger a los sectores más vulnerables y promover la equidad. El gobierno tiene la responsabilidad de buscar un consenso amplio y diseñar una política fiscal que no solo aumente las recaudaciones, sino que también garantice la estabilidad económica y social del país.

Share.
Exit mobile version