Ciudad del Vaticano, 24 de octubre de 2024 – En un inspirador discurso, el Papa Francisco renovó este jueves su compromiso con la opción preferencial por los pobres, fundamentando su mensaje en las enseñanzas de las Escrituras. Citando la Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios (Ef 3, 14-21), el Pontífice subrayó la importancia de fortalecer el espíritu y arraigarse en el amor de Cristo para servir mejor a la comunidad.
“El apóstol San Pablo nos recuerda: ‘Me arrodillo ante el Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, para que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que su Espíritu los fortalezca interiormente y que Cristo habite por la fe en sus corazones’” (Ef 3, 14-16). El Papa destacó que este fortalecimiento interior es esencial para comprender y vivir el amor de Cristo, especialmente hacia los más necesitados.
En su reflexión sobre el Evangelio según San Lucas (Lc 12, 49-53), el Papa Francisco interpretó las palabras de Jesús: “He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega! ¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división” (Lc 12, 49-53). El Pontífice explicó que el «fuego» representa el Espíritu Santo, que purifica y renueva, impulsando a la Iglesia a actuar con valentía y compromiso social.
“El fuego del Espíritu Santo es una fuerza creadora que purifica y renueva, quema toda miseria humana, todo egoísmo, todo pecado, nos transforma desde dentro, nos regenera y nos hace capaces de amar”, afirmó el Papa. Resaltó que este fuego debe partir del corazón para extender el amor divino y avanzar el Reino de Dios, promoviendo una opción preferencial por los pobres.
El Papa Francisco enfatizó que la Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, debe actuar con audacia apostólica, superando miedos y barreras para acompañar y defender a los más vulnerables. “La valentía apostólica que el Espíritu Santo enciende en nosotros como un fuego nos ayuda a superar los muros y las barreras, nos hace creativos y nos impulsa a ponernos en marcha para caminar incluso por vías inexploradas o incómodas, dando esperanzas a cuantos encontramos”, declaró.
Además, el Pontífice subrayó la necesidad de que todos los miembros de la Iglesia se abran completamente a la acción del Espíritu Santo. “Si nos abrimos completamente a la acción de este fuego que es el Espíritu Santo, Él nos donará la audacia y el fervor para anunciar a todos a Jesús y su confortante mensaje de misericordia y salvación”, añadió.
El Papa concluyó su discurso reiterando la importancia de la solidaridad y el compromiso con los pobres como reflejo del amor cristiano. “Cumpliendo su misión en el mundo, la Iglesia necesita la ayuda del Espíritu Santo para no ser paralizada por el miedo y el cálculo, para no acostumbrarse a caminar dentro de confines seguros”, señaló, llamando a todos a participar activamente en esta misión de amor y justicia.
Finalmente, el Papa Francisco hizo un llamado a la comunidad global para que, inspirados por las Escrituras y el Espíritu Santo, trabajen juntos para construir un mundo más justo y solidario, donde los pobres sean siempre una prioridad en las acciones y decisiones de la sociedad.