NUEVA YORK — Los Dodgers de Los Ángeles se coronaron campeones de la Serie Mundial tras una espectacular remontada contra los Yankees de Nueva York, aprovechando una serie de errores defensivos fatales en el quinto inning. La victoria por 7-6 en el quinto juego del Clásico de Otoño dejó al descubierto las fallas en la defensa neoyorquina, especialmente después de dos outs, y otorgó a los Dodgers su octavo título en la historia de la franquicia.
El partido comenzó favorable para los Yankees, quienes tomaron una ventaja de cinco carreras gracias a jonrones consecutivos de Aaron Judge y Jazz Chisholm Jr. en el primer inning, y un sólido desempeño del abridor Gerrit Cole. Un jonrón de Giancarlo Stanton en el tercer inning parecía sentenciar el juego, colocando el marcador 5-0. Cole dominaba desde el montículo, y todo apuntaba a una cómoda victoria para Nueva York.
Sin embargo, el quinto inning cambió radicalmente el rumbo del juego. Con dos outs y ninguna carrera permitida, la defensa de los Yankees cometió una serie de errores imperdonables. Todo comenzó con un sencillo de Kiké Hernández. Luego, Judge dejó caer un elevado de Tommy Edman, permitiendo que los Dodgers llenaran las bases. Un tiro errático de Anthony Volpe a tercera base tras un rodado de Will Smith sumó otro error crucial.
A pesar de ponchar a Gavin Lux y Shohei Ohtani, Cole no cubrió la primera base en un rodado de Mookie Betts, lo que permitió que Los Ángeles mantuviera viva la entrada. Freddie Freeman, eventual Jugador Más Valioso de la serie, conectó un sencillo que remolcó dos carreras. El dominicano Teóscar Hernández empató el juego con un doblete de dos carreras más. En total, los Dodgers anotaron cinco carreras sucias en ese inning, todas consecuencia de los errores defensivos tras dos outs.
«La defensa nos falló en el momento más crítico», admitió el mánager de los Yankees, Aaron Boone. «No puedes darle oportunidades extra a un equipo como los Dodgers; ellos las aprovecharán, y eso fue exactamente lo que pasó».
Los Dodgers continuaron su remontada en el octavo inning. Elevados de sacrificio de Gavin Lux y Mookie Betts ante el relevista Luke Weaver pusieron a Los Ángeles al frente. Aunque los Yankees intentaron reaccionar con un elevado de sacrificio de Stanton en el sexto inning, no fue suficiente para revertir el daño causado por los errores anteriores.
El bullpen de los Dodgers se encargó de mantener la ventaja. Blake Treinen escapó de una situación complicada en el octavo inning, y Walker Buehler cerró el noveno sin conceder oportunidades, asegurando la victoria y el campeonato para Los Ángeles.
«Este equipo nunca se rinde», declaró Dave Roberts, mánager de los Dodgers. «Aprovechamos cada error que ellos cometieron. Después de dos outs, seguimos luchando, poniendo la pelota en juego, y las cosas sucedieron a nuestro favor».
La derrota dejó a los Yankees reflexionando sobre lo que pudo haber sido. Los errores defensivos, especialmente tras dos outs, les costaron una ventaja significativa y, en última instancia, la serie. «Es difícil aceptar esto», dijo un abatido Gerrit Cole. «Sentí que teníamos el control, pero en el béisbol, nada está asegurado hasta el último out».
Con esta victoria, los Dodgers obtienen su primer título en una temporada completa desde 1988, consolidándose como una de las franquicias más exitosas de las Grandes Ligas. Para los Yankees, la sequía de campeonatos continúa, y los errores del quinto inning quedarán grabados como una de las razones principales por las que el trofeo se les escapó de las manos.