Por Frank Valenzuela
Manzanillo, Montecristi.- El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEBAMDER) consideró como prudente, responsable y administrativamente atinada la desvinculación reciente de funcionarios del Proyecto La Cruz Manzanillo ya que estos exfuncionarios —Juan Pablo Reyes, gerente financiero; el ingeniero Jesús Manuel Portorreal, subdirector técnico; y Rafael Guzmán, subdirector administrativo— entre otros, son los «sepultureros económicos» del antiguo complejo agroexportador, responsabilizándolos por el colapso financiero que atraviesa la institución agrícola.
Juan Pablo Reyes, exgerente financiero,
Según datos proporcionados por CEBAMDER, el Proyecto La Cruz Manzanillo, un emblemático bastión de la agricultura en la región noroeste, ha visto sus ingresos desplomarse dramáticamente de $118 millones en 2021 a apenas $17.4 millones a diciembre de 2023. Esto representa una caída estrepitosa del 85% en sus ingresos por ventas de productos agrícolas, situación que ha sumido al proyecto en una profunda crisis financiera.
En ese sentido, El Centro CEBAMDER acusa al exgerente financiero, Juan Pablo Reyes, de no haber implementado políticas financieras efectivas que permitieran relanzar La Cruz Manzanillo. «Es inexplicable cómo, frente a una crisis financiera de tal magnitud, el señor Reyes manejó las finanzas sin un plan de soluciones a la debacle económica que sufre el proyecto», afirmó el presidente de CEBAMDER, Frank Valenzuela. Destacó A pesar de recibir aportes gubernamentales de $410.6 millones entre 2020 y 2023, las pérdidas operacionales se elevaron a $327.3 millones, evidenciando una gestión financiera deficiente.
La producción agrícola también ha sufrido un colapso significativo. En el año 2020, el proyecto contaba con más de 8,000 tareas sembradas de banano; sin embargo, para finales de 2023, esta cifra se redujo a menos de 800 tareas en condiciones regulares. Esta reducción del 90% en las áreas cultivadas evidencia la falta de gestión efectiva por parte del ingeniero Jesús Manuel Portorreal, exsubdirector técnico, quien estaba a cargo de las operaciones productivas.
Ingeniero Jesús Manuel Portorreal, exsubdirector técnico,
Trabajadores del proyecto han denunciado que no se les paga sus jornadas mensuales de trabajo, agravando la situación socioeconómica de las comunidades locales. «Los empleados duran hasta cuatro meses sin cobrar, y cuando reciben un pago es solo el correspondiente a un mes», expresaron representantes sindicales. Esta situación ha impactado negativamente a más de 1,700 obreros y sus familias, sumiendo a la región en una crisis laboral sin precedentes.
Grupos comunitarios han alzado su voz ante la crisis que atraviesa La Cruz Manzanillo, señalando el impacto negativo en la economía local y el empleo. Denuncian que más de 5,000 tareas de plátanos pertenecientes al proyecto fueron repartidas irregularmente y que algunos funcionarios se habrían apropiado de estas plantaciones. Esto plantea serias preocupaciones sobre posibles conflictos de interés y manejo inapropiado de los recursos públicos.
Rafael Guzmán, exbdirector administrativo
CEBAMDER también cuestiona la gestión comunicacional de los exfuncionarios, quienes, utilizando los medios de comunicación, anunciaban siembras, cosechas, rehabilitación y relanzamiento del proyecto. «Estas iniciativas solo existían en sus cabezas y no se materializaron en acciones concretas para beneficiar al país», señaló Valenzuela.
El nuevo administrador, ingeniero Julio César Estévez, ha iniciado un proceso de saneamiento que ha permitido un ahorro de casi un millón de pesos mensuales al reducir una nómina que superaba los ingresos anuales del proyecto para el año 2023. CEBAMDER ve en estas medidas el inicio de una nueva era para La Cruz Manzanillo y respalda las acciones tomadas por Estévez para recuperar el proyecto.
En ese sentido, la organización no gubernamental entiende que se hace necesario una profunda revisión de la nómina para eliminar a personas que cobran en el complejo sin trabajar, como es el supuesto caso de un agrimensor que reside en Santo Domingo y recibe su sueldo sin prestar servicios. Asimismo, es necesario revisar las duplicidades de funciones que afectan la eficiencia operativa del proyecto.
Los datos financieros revelan que, a pesar de disponer de más de 30,000 tareas de suelos cultivables, el proyecto presenta una situación crítica. La producción de plátano, yuca, auyama, batata y vegetales ha disminuido drásticamente. El encargado de plátano, con un salario anual de $1.2 millones, representa cerca del 20% de los ingresos totales por la venta de este producto en 2023, los cuales fueron de solo $5.5 millones. Esta desproporción financiera subraya la necesidad de ajustar la nómina a la realidad económica del proyecto.
El Centro CEBAMDER enfatiza que los señores Juan Pablo Reyes, Jesús Manuel Portorreal y Rafael Guzmán son responsables de la profunda crisis por la que atraviesa La Cruz Manzanillo. Su gestión ha llevado al deterioro económico y productivo del proyecto, afectando a miles de trabajadores y a la economía regional. «Son los sepultureros económicos de un proyecto que alguna vez fue el pilar de la agroexportación en el país», concluyó Valenzuela.
Es imprescindible tomar medidas contundentes y responsabilizar a quienes han contribuido a este descalabro. Valenzuela hace un llamado a las autoridades para que se implementen estrategias efectivas y transparentes que impulsen el desarrollo sostenible del proyecto, beneficiando así a las comunidades locales y al país en general.