En entrevista exclusiva con Prensa Latina, la alta ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) declaró que se trata de cuestiones muy importantes hacia ese compromiso asumido por todos los países que integran las Naciones Unidas.

En referencia al financiamiento para el desarrollo, sostuvo que “puedes tener los planes, las estrategias, el compromiso, la voluntad, pero si los recursos no son canalizados para financiar esa agenda de desarrollo sostenible, definitivamente no lo vamos a poder lograr, ni en tiempo, ni más adelante”.

Un segundo elemento enfatizado como principio importante de la Agenda 2030 es su integralidad, pues todos los ODS están relacionados.

“Se trata de generar abordajes virtuosos, de combos de política pública que puedan incidir en más de un objetivo a la vez, y que tenga efectos positivos en otros”, afirmó.

En tal sentido, mencionó como ejemplo que el gobierno de Cuba ha trazado entre sus prioridades la transición hacia energías renovables, lo cual tiene un impacto en otras esferas.

Esa transición, argumentó, posee varias dimensiones y conecta, por supuesto, con energía renovable, que implica una serie de compromisos ambientales, pero son también sociales y se relacionan con productividad, con infraestructura y con resiliencia.

Muschett se encuentra en Cuba a propósito de una Conferencia sobre Financiamiento al Desarrollo, que desde ayer reúne en esta capital a altos representantes de diversas entidades internacionales.

Durante la entrevista, también se refirió al Informe sobre Desarrollo Humano publicado recientemente y subrayó el alto valor de este abarcador documento que periódicamente el PNUD pone a disposición de la comunidad internacional.

“… Comenzando con el propio abordaje del concepto de desarrollo humano. Antes de 1990 pensar que desarrollo era algo distinto, o más que crecimiento económico, no era una idea muy aceptada. Y hoy en día, a pesar de que tenemos muchos desafíos, es muy claro que cuando decimos desarrollo, no hablamos exclusivamente de crecimiento económico”, señaló.

Respecto a América Latina y el Caribe, explicó, el Informe demostró que la región ha construido su desarrollo sin lograr que sea lo suficientemente resiliente ante los shocks enfrentados, así como que persiste y se incrementa la desigualdad entre los países.

En el texto se demuestra que “el Índice, a nivel global, ha tenido mejoras importantes después del impacto de la pandemia (de Covid 19), pero no han sido suficientes. En el contexto de América Latina, 12 países han logrado volver a sus niveles pre-pandemia, pero 21 continúan por debajo”, aseveró.

Recordó que la región fue la más afectada del mundo por las consecuencias del flagelo y es de las que mayor mejora ha presentado en el Índice, sin todavía llegar a los estándares precedentes.

Muschett abogó por construir en el área un desarrollo humano resiliente, que pueda anticipar esos choques de distinta naturaleza y disminuir su impacto sobre el desarrollo humano, además de facilitar una recuperación más rápida y ágil.

En el caso particular de Cuba, subrayó que desde 1990 tuvo una constante mejora en los indicadores del desarrollo humano, y como el resto de los países del mundo se vio afectada a partir de la pandemia.

“En este momento, si no ha logrado recuperar los niveles pre-Covid 19, está muy cerca de llegar ahí. Esto es importante reconocerlo”, señaló.

Por otro lado, la representante del PNUD también dialogó acerca de la venidera Conferencia sobre Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, que se celebrará a finales de este mes en Antigua y Barbuda.

Indicó que la cita va a tener un alto componente en torno al tema de la resiliencia -en su sentido más amplio- frente a los choques climáticos, pero también otro tipo de choques que enfrentan de manera desproporcionada y exacerbada estos países, dada su posición geográfica, su configuración y sus dimensiones

Para Muschett, se trata además de una grandísima oportunidad de posicionar y de visibilizar no solo los desafíos, sino también las potencialidades y oportunidades para el desarrollo que tiene este grupo de países, particularmente los del Caribe.

La representante del PNUD mencionó los casos de Trinidad y Tobago con su posibilidad de convertirse en una especie de hub digital para el Caribe, o de Cuba con su industria biofarmacéutica.

Ese sector, considerado prioritario y estratégico, “por supuesto que tiene como principal objetivo la satisfacción de las necesidades nacionales, pero posee un enorme potencial para generar beneficios para el resto de la región, y ¿por qué no pensarlo?, también para el resto del mundo”, señaló.

Prensa Latina

Share.
Exit mobile version