Por Frank Valenzuela
Manzanillo, Montecristi. – El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEBAMDER) reveló este lunes que, el contundente triunfo de casi un 60 por ciento de la votación que le otorgó el pueblo dominicano al presidente Luis Abinader estuvo acompañado al mismo tiempo de un 48 por ciento de dominicanos y dominicanas que no acudieron a votar.
El presidente del Centro CEBAMDER reveló que, de un padrón registrado en la Junta Central Electoral (JCE) para votar de 8,145,548 ciudadanos inscritos, 4,393,031 se dieron cita al llamado ciudadano de acudir a votar, lo que significa que 48 de cada cien no acudieron, lo que pone en cuestión la representatividad y la legitimidad del resultado.
En su análisis, el presidente del Centro CEBAMDER destaca que el presidente Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), logró consolidar su liderazgo con una campaña centrada en la recuperación económica y la lucha contra la corrupción. Sin embargo, a pesar de estos logros, la alta abstención ha dejado un sabor agridulce en un proceso electoral que debería reflejar la voluntad del pueblo dominicano.
Valenzuela destacó que, la abstención electoral, que alcanzó casi la mitad de los 8,145,548 ciudadanos inscritos, es un reflejo de una serie de problemas estructurales y coyunturales que afectan a la democracia dominicana. Entre las razones que se barajan para explicar este fenómeno se encuentran la actitud de avasallar del actual gobierno utilizando un ministerio público llamado independiente, la desconfianza en los políticos y la percepción de que los recursos públicos se utilizaron de manera inadecuada durante la campaña.
Destaca que, en las recientes votaciones, en la que participó la diáspora dominicana, se observaron niveles preocupantes de abstención en las tres circunscripciones internacionales. La Circunscripción 1 registró una alta abstención de 85 por ciento, seguida de cerca por la Circunscripción 2 con un 82. Por otro lado, la Circunscripción 3 tuvo una abstención de 75 por ciento. En promedio la abstención del país ascendió a un 81%.
En promedio, la abstención en estas circunscripciones fue de aproximadamente 80.7, reflejando una falta de compromiso significativa de los dominicanos en el exterior con el proceso electoral. Estos resultados destacan la necesidad de evaluar las causas de esta alta abstención y buscar estrategias para fomentar una mayor participación en futuras elecciones.
Agrega que, en la semana final de las elecciones, se denunció la entrega masiva de electrodomésticos, ayudas del plan social y promesas de pensiones irregulares. Estas prácticas, vistas por muchos como un intento de influir en el voto, han generado desconfianza entre los ciudadanos y pueden haber contribuido a la alta abstención. La percepción de que el proceso electoral no fue del todo limpio o justo puede haber disuadido a una gran parte del electorado de participar.
Sostiene que el uso de recursos públicos con fines electorales es una práctica que socava la integridad del proceso democrático. En lugar de fomentar una participación libre e informada, estas acciones pueden alienar a los votantes y alimentar la desafección política. En este sentido, la alta abstención podría interpretarse como una forma de protesta silenciosa contra un sistema que muchos consideran corrupto o ineficaz.
Luis Abinader, consciente de este desafío, hizo un llamamiento a la unidad y al compromiso cívico en su discurso de victoria. «Nuestra democracia se fortalece con la participación de todos», declaró, subrayando la necesidad de trabajar juntos para superar las divisiones y construir un futuro mejor para todos los dominicanos.
A pesar de los esfuerzos del presidente por proyectar un mensaje de esperanza y reconciliación, la abstención masiva plantea serias interrogantes sobre el estado de la democracia en la República Dominicana. La falta de participación de casi la mitad del electorado sugiere que hay un descontento profundo que no puede ser ignorado.
Según Valenzuela, Expertos en ciencias políticas señalan que la alta abstención podría estar vinculada a causas son variadas y complejas. La desilusión con el sistema político, percibido como corrupto o ineficaz, puede disuadir a los votantes. La falta de educación cívica, que implica un desconocimiento sobre la importancia del voto y el proceso electoral, también contribuye a la abstención.
Además, el desinterés político, donde algunos ciudadanos no están interesados en la política o no creen que su voto haga una diferencia, es otro factor relevante. Problemas económicos, como la necesidad de trabajar o la imposibilidad de permitirse el tiempo para votar, representan una barrera significativa.
Las campañas políticas excesivamente negativas pueden alienar a los votantes, mientras que la desinformación, con información falsa o engañosa sobre el proceso de votación, puede desanimar la participación. La victoria de Luis Abinader, aunque contundente, debe ser un punto de inflexión para reflexionar sobre el estado de la democracia en el país. El desafío ahora es trabajar para que en futuras elecciones la participación sea más inclusiva y representativa, asegurando que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de hacer oír su voz.
Finalmente, Valenzuela puntualizó que la democracia se ve comprometida cuando una proporción significativa de la población se abstiene de votar. La alta abstención electoral puede ser indicativa de problemas sistémicos dentro de la sociedad y el sistema político, y es esencial abordar estas cuestiones para fortalecer la democracia y asegurar que el gobierno refleje verdaderamente la voluntad del pueblo.