En una enérgica expresión de descontento, militantes, amigos y simpatizantes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en el municipio Pepillo Salcedo, han calificado de «pírrica» el cierre de campaña realizado la tarde de este jueves, acusando directamente a la cúpula dirigencial del PRM en Manzanillo, a quienes responsabilizan de haberse distanciado de los ideales y miembros fundamentales del partido para priorizar intereses personales y familiares durante los últimos cuatro años.
Con una indignación palpable y un tono cargado de enojo, los militantes del Partido Blanco no han podido ocultar su frustración al comparar el decepcionante cierre de campaña de su partido, que apenas, según ellos, logró congregar 79 vehículos —muchos de ellos, sabemos todos, traídos de fuera—, asegurando que eso contrasta con la masiva manifestación de fuerza del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) la semana pasada, que logró movilizar a una multitud a pie por todo Manzanillo.
La diferencia es abismal y vergonzosa: mientras los peledeístas demostraban su arraigo y capacidad de convocatoria sin siquiera estar en pleno cierre de campaña, nosotros, en nuestro momento culminante, no fuimos capaces de exhibir el apoyo popular que se presupone de un partido con verdadero respaldo ciudadano, afirmaron.
En declaraciones anónimas por temor a represalias, algunos miembros han comunicado a este medio que los sucesos del jueves representan «el entierro político de la candidatura a la alcaldía» por parte del PRM, motivo por el cual decidieron abstenerse de participar en la actividad de cierre.
El llamado es claro y directo al presidente Luis Abinader, solicitando la remoción inmediata de estos «malos perremeístas» de sus cargos. Se advierte que, de no tomar medidas, la campaña presidencial podría enfrentar un destino similar al observado en Manzanillo, poniendo en riesgo los logros y la imagen del gobierno actual ante los electores.
Lo que estamos presenciando hoy en el Municipio Pepillo Salcedo es el resultado directo de decisiones tomadas por una dirección política que, en un acto de deslealtad y desconexión con la base, decidió sustituir de manera humillante a un verdadero candidato de arraigo popular dentro de nuestro partido, apoyándose en supuestas encuestas cuya veracidad es ampliamente cuestionada por todos.
Esta maniobra deshonrosa ha dejado al partido con un candidato carente de cualquier posibilidad real de victoria, un candidato que, para mayor desgracia, se encuentra ahora rodeado de lo que muchos en nuestras filas denominan las «manzanas podridas» del partido. Esta situación no solo socava la integridad y el potencial de nuestro movimiento, sino que también nos aleja cada vez más de las aspiraciones legítimas de liderazgo y cambio que la ciudadanía demanda y merece.
Los críticos internos aseguran que el fracaso del evento no solo se debe a la desconexión de la dirigencia con la base perremeísta, sino también a la influencia negativa de un grupo reducido de directivos de sindicatos portuarios, quienes han sido señalados de beneficiarse económicamente a expensas de los miembros del sindicato y de prácticas cuestionables relacionadas con las asignaciones de tarjetas portuarias.
La decepción es palpable entre los miembros del partido, quienes lamentan que la gestión municipal actual no represente un motivo de orgullo para el colectivo, atribuyendo este hecho a la gestión de un grupo de dirigentes que, según ellos, tienen «secuestrado» el partido con miras a replicar sus acciones en el ayuntamiento.
«Es inaceptable que, en lugar de fortalecer nuestras bases con propuestas y un proyecto político sólido, se opte por prácticas que debilitan la integridad de nuestro partido», señalan con indignación miembros del PRM, quienes añaden que «esta actitud no solo desvirtúa nuestros ideales, sino que además nos aleja de la ciudadanía que aspiramos a representar».
Este manifiesto no solo refleja la preocupación por la situación interna del PRM en Manzanillo, sino que también subraya la necesidad urgente de revisar y corregir el rumbo del partido a nivel local, para alinearlo nuevamente con los principios y expectativas de sus miembros y simpatizantes. La demanda de un liderazgo genuino y comprometido con las bases es más fuerte que nunca, instando a una inmediata reevaluación de las estrategias y figuras que representan al partido, para así reconectar con el espíritu original del PRM y recuperar la confianza de la población. La hora de actuar es ahora, antes de que el daño a nuestra imagen y a nuestras aspiraciones políticas se vuelva irreparable.