Manzanillo, Montecristi. – El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEMAMDER) denunció este domingo, al mega ministro de turismo, David Collado, por la inauguración de una Plazoleta de Cemento en Manzanillo, ya que este proyecto ha resultado en la desaparición del histórico Parque Juan Pablo Duarte, afirmando que dicho parque no solo fungía como un refugio verde en la localidad, sino que también constituía un valioso patrimonio cultural de estilo victoriano.
Frank Valenzuela, presidente de la organización ciudadana, resaltó la importancia del Parque Juan Pablo Duarte más allá de ser una simple área recreativa. Destacó su diseño victoriano y rica vegetación como elementos clave en la representación de un legado histórico ahora perdido bajo el concreto.
Hizo hincapié en la diferencia entre las bancas del antiguo parque y las de la nueva plazoleta, Las primeras, con soportes de diseño detallado y coloreados, ofrecían un espacio de descanso y encuentro bajo la sombra de árboles, en contraste con los bancos minimalistas del nuevo diseño. Esto simboliza la «cementación» de la cultura y la eliminación de la memoria histórica de Manzanillo, afirma.
Agregó que eso contrasta con el aporte de un pequeño parque realizado por un ayuntamiento pobre a la comunidad del El Cerro, donde los bancos del mismo tienen detalles totalmente diferentes a los bancos que David Collado, ministro de Turismo presenta como un remozamiento del anterior Parque Histórico Juan Pablo Duarte, donde el cemento rústico es el atractivo fundamental de la Plazoleta que se ha construido.
Con preocupación, Frank Valenzuela hizo hincapié en la desolación que representa la nueva Plazoleta de Cemento inaugurada por David Collado en Manzanillo. Describió este espacio como una extensión gris y sin vida, carente de cualquier vínculo con la naturaleza o con los vibrantes elementos tropicales que caracterizan a la región. Según Valenzuela, esta plazoleta se erige como un paisaje monótono y descolorido, un símbolo de un entorno que ha perdido su esencia y sus colores, reemplazandolos por un vacío concreto y sin carácter.»
«Expresó su profunda decepción por la falta de elementos vitales en la nueva construcción. Lamentó la ausencia de jardinería, la inexistencia de grama verde que aporte frescura y vida, y la falta de espacios funcionales como máquinas para hacer ejercicio, áreas de lectura, o incluso un simple rincón para disfrutar de un helado. ‘Lo construido’, sentenció Valenzuela, ‘es una muestra de una oportunidad perdida para crear un espacio que realmente sirva y enriquezca a la comunidad de Manzanillo, ofreciendo no solo recreación, sino también belleza y conexión con el ambiente natural.'»
Valenzuela criticó la transformación del parque, señalando que no solo se ha perdido un valioso espacio ecológico, sino también un importante elemento cultural y un testigo de la historia comunitaria, resaltando que ha sido eliminado un espacio que contaba historias de generaciones pasadas y mantenía viva la memoria de familias migrantes que llegaron a Manzanillo cuando apena residían un puñado de habitantes.
Aseguró que la reciente inauguración de la Plazoleta de Cemento en Manzanillo, realizada por David Collado, se erige como un preocupante contrapunto a la urgente necesidad de combatir el calentamiento global y el cambio climático. Este proyecto, con su amplia extensión de cemento, contradice los esfuerzos globales por mitigar los efectos devastadores del cambio climático, que con tanta inclemencia asolan a nuestro pueblo.
La decisión de priorizar estructuras de concreto en espacios públicos no sólo desatiende la importancia de áreas verdes y sostenibles, sino que también representa un retroceso en la lucha contra las consecuencias ambientales que amenazan nuestra comunidad y el mundo en su conjunto.
Valenzuela criticó la acción del Ministerio de Turismo y su ministro David Collado, argumentando que no se puede construir un nuevo espacio sin respetar la memoria histórica existente. Remarcó que estas acciones violan la ley 318 sobre patrimonio público.
Recordó que el estilo victoriano del Parque Juan Pablo Duarte se construyó con un estilo único, comparándolo con ejemplos similares en Puerto Plata, así como en otros lugares del mundo como el Grosvenor Park en Chester, Reino Unido, y el St Stephens Green en Dublín, Irlanda.
Valenzuela subrayó que el diseño original del parque fomentaba la congregación social y el disfrute de un entorno natural, en contraste con el enfoque más frío y funcional del nuevo espacio.
Valenzuela advirtió sobre el impacto negativo de estas acciones en la herencia cultural de Manzanillo. Afirmó que, a pesar de la transformación, el Parque Juan Pablo Duarte siempre será parte integral de la historia y patrimonio de la comunidad.
Aseguró que la comunidad de Manzanillo no olvidará su legado, y que el recuerdo del Parque Juan Pablo Duarte persistirá como un símbolo de su rica herencia cultural.
El CEMAMDER, a través de Valenzuela, llamó a la reflexión sobre la importancia de preservar los espacios verdes y culturales en las ciudades, destacando el papel que estos juegan en la conservación de la identidad y la historia local.
Finalmente, Valenzuela concluyó advirtiendo que en Manzanillo que, aunque «El Cemento de Collado constituye una sombra sobre la herencia cultural de la comunidad y por lo tanto la inauguración realizada es un duelo histórico de cemento sobre cultura, a pesar de eso el parque Duarte de Manzanillo será siempre parte de la historia de la comunidad, ya que será recordado siempre como parte del patrimonio histórico de la misma.