RAFAH, Franja de Gaza (AP) — Aviones israelíes de combate atacaron objetivos en Gaza, dos aeropuertos en Siria y una mezquita en la ocupada Cisjordania supuestamente utilizada por milicianos, mientras la guerra con Hamás iniciada hace dos semanas amenazaba el domingo con desencadenar un conflicto más amplio.

Israel ha cruzado fuego con el grupo miliciano libanés Hezbollah casi a diario desde que comenzó la guerra y las tensiones están disparadas en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel donde las fuerzas israelíes combaten con milicianos en campos de refugiados y han realizado dos ataques aéreos en los últimos días.

El primer ministro Benjamín Netanyahu dijo a las tropas en el norte de Israel que si Hezbollah lanza una guerra, “cometerá el error de su vida. Los paralizaremos con una fuerza que ni siquiera puede imaginar y las consecuencias para ellos y el Estado libanés serán devastadoras”.

El portavoz militar de Israel, el contralmirante Daniel Hagari, dijo que el país había aumentado los ataques aéreos en toda Gaza para alcanzar objetivos que reducirían el riesgo para las tropas en la siguiente etapa de la guerra.

Hamas dijo que se enfrentó a las fuerzas israelíes cerca de Jan Yunis en el sur de Gaza y destruyó un tanque y dos excavadoras. El ejército israelí dijo que no tenía información sobre la aseveración.

El sábado, 20 camiones entraron en Gaza en el primer envío de ayuda al territorio desde que Israel sitió por completo hace dos semanas.

El domingo en la noche, Hagari anunció que un soldado pereció y otros tres fueron heridos en un operativo dentro de Gaza como parte de esfuerzos para rescatar a más de 200 rehenes secuestrados por Hamás. Dijo que los soldados fueron alcanzados por un misil antitanque. No quedaba claro si los soldados estaban dentro de Gaza en ese momento.

Las autoridades israelíes dijeron el domingo en la noche que habían permitido la entrada de un segundo envío de asistencia a Gaza a pedido de Estados Unidos. COGAT, la agencia israelí a cargo de los asuntos civiles palestinos, indicó que la asistencia incluyó agua, alimentos y suministros médicos y que todo fue inspeccionado por Israel antes de su entrada en Gaza.

La UNRWA, la agencia de la ONU a cargo de ayudar a refugiados palestinos, confirmó la entrada a Gaza de 14 camiones.

Los cooperantes dijeron que no bastaba ni de lejos para abordar la creciente crisis humanitaria en Gaza, donde la mitad de los 2,3 millones de habitantes han huido de sus hogares. La agencia humanitaria de Naciones Unidas, conocida por sus siglas OCHA, dijo que el convoy que entró el sábado llevaba en torno al 4% de la media de importaciones diarias antes de la guerra la agencia humanitaria de Naciones Unidas y “una fracción de lo que se necesita tras 13 días de completo asedio”.

El ejército israelí dijo que la situación humanitaria estaba “bajo control”, mientras que OCHA, pidió que entrasen 100 camiones al día.

Israel reiteró sus peticiones de que la gente salga del norte de Gaza, lo que incluía arrojar folletos desde el aire. Añadió que unas 700.000 personas ya habían huido, aunque quedaban cientos de miles. Eso aumentaría el riesgo de enormes bajas civiles en cualquier ofensiva terrestre.

Mandos militares israelíes dicen que la infraestructura y la red de túneles de Hamás se concentran en Ciudad de Gaza, en el norte, y que la próxima fase de la ofensiva incluirá una fuerza sin precedentes allí. Israel dice que quiere aplastar a Hamás, pero miembros del gobierno han hablado de establecer una posible zona de separación para impedir que los palestinos se acerquen a la frontera.

Los hospitales desbordados de pacientes y desplazados se quedan sin suministros médicos ni combustible para sus generadores, lo que obliga a los médicos a operar con agujas de costura, con vinagre de cocina como desinfectante y sin anestesia.

La Organización Mundial de la Salud dijo que al menos 130 bebés prematuros estaban en “grave peligro” debido a la escasez de combustible para generadores. Señaló que siete hospitales en el norte de Gaza se habían visto obligado a cerrar por los daños de los ataques, falta de electricidad y suministros o las órdenes israelíes de evacuación.

La falta de suministros como respiradores obliga a los médicos a racionar el tratamiento, explicó el doctor Mohammed Qandeel, que trabaja en el hospital Nasser de Jan Yunis. Docenas de pacientes seguían llegando y eran atendidos en pasillos oscuros y abarrotados porque los hospitales reservaban la electricidad a las unidades de cuidados intensivos y las incubadoras para recién nacidos.

“Es descorazonador”, dijo a The Associated Press. “Cada día recibimos 10 pacientes heridos de gravedad a los que tenemos que atender con quizá tres o cinco camas disponibles de unidades de cuidados intensivos”.

Los palestinos refugiados en escuelas gestionadas por la ONU y campamentos de carpas tienen pocas reservas de comida y beben agua sucia. Un apagón generalizado paralizó los sistemas de agua y saneamiento. La OCHA dijo que los casos de varicela, sarna y diarrea iban en aumento debido a la falta de agua limpia.

Los ataques aéreos continuaban en diferentes zonas de Gaza, incluida la parte sur de la franja costera, donde Israel ha dicho a los civiles que se refugien. En el hospital Al Aqsa de Deir al Balah, al sur de la zona de evacuación, varios cuerpos envueltos en mortajas blancas se alineaban en el suelo ante el edificio.

Khalil al-Degran, empleado del hospital, dijo que se habían llevado más de 90 cuerpos desde el domingo por la mañana, mientras el sonido de explosiones cercanas se oía de fondo. Habían llegado 180 heridos, dijo, la mayoría niños, mujeres y ancianos desplazados de otras zonas.

El ejército israelí dijo que atacaba a miembros e instalaciones de Hamás, pero que no dirigía sus ataques contra civiles. Milicianos palestinos han lanzado unos 7.000 cohetes contra Israel, según el ejército, que según Hamás atacaron Tel Aviv el domingo por la mañana.

El ejército, dijo que Israel tenía previsto incrementar los ataques aéreos en preparación para “las siguientes fases de la guerra”.

Más de 1.400 personas han muerto en Israel en la guerra, la mayoría civiles asesinados durante el ataque inicial de Hamás. Al menos 212 personas fueron capturadas y llevadas a la fuerza a Gaza, incluidos hombres, mujeres, niños y ancianos. Dos estadounidenses fueron liberadas el viernes en lo que Hamás describió como un gesto humanitario.

Más de 4.600 personas han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud que gestiona Hamás. Eso incluye la cifra disputada de víctimas por una explosión en un hospital.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo en el programa “Face the Nation” de la CBS que Hamás era responsable, no sólo de su brutal matanza en el sur de Israel, sino de la muerte de civiles en los ataques de Israel contra Gaza. “Ellos sabían que en la respuesta necesaria de Israel, los civiles quedarían atrapados en ese fuego cruzado”, dijo.

Dijo que los milicianos estaban operando entre la población civil y sus túneles estaban enterrados bajo hospitales y escuelas. “¿Qué esperan que haga Israel?”, dijo.

“Esto es culpa de Hamás”.

Por su parte, medios sirios indicaron que los ataques aéreos israelíes habían golpeado aeropuertos internacionales en la capital, Damasco, y en la ciudad norteña de Alepo. Los bombardeos mataron a una persona e inutilizaron las pistas de aterrizaje.

Israel ha realizado varios ataques aéreos en Siria, en ocasiones contra aeropuertos, desde que comenzó la guerra. Israel no suele reconocer los ataques concretos, aunque dice actuar para impedir que Hezbollah y otros grupos armados lleven armas de su patrocinador, Irán, que también respalda a Hamás.

En Líbano, Hezbollah dijo que seis de sus combatientes murieron el sábado y el número dos del grupo, el jeque Naim Kassem, advirtió que Israel pagaría un alto precio si comenzaba una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza. Israel atacó objetivos de Hezbollah el domingo por la mañana en respuesta al fuego de cohetes, según el ejército.

Israel también anunció planes de evacuación para otras 14 poblaciones cerca de la frontera con Líbano. Kiryat Shmona, con una población de más de 20.000 personas, recibió instrucciones de evacuar la semana pasada.

En la ocupada Cisjordania, docenas de palestinos han muerto en enfrentamientos con tropas israelíes, redadas para hacer detenciones y ataques de colonos judíos. Las fuerzas israelíes han cerrado los pasos al territorio y los controles de carretera entre ciudades, con el argumento de que pretenden evitar ataques.

Israel dice haber detenido a más de 700 palestinos desde el 7 de octubre, incluidos 480 supuestos miembros de Hamás.

Las fuerzas israelíes mataron al menos a cinco personas el domingo por la mañana en Cisjordania, según el Ministerio de Salud palestino. Dos murieron en un ataque aéreo contra una mezquita en la localidad de Yenín, que ha registrado intensos tiroteos entre milicianos palestinos y tropas israelíes en el último año.

El ejército israelí dijo que el complejo de la mezquita pertenecía a Hamás y a milicianos de Yihad Islámica que cometieron varios ataques en los últimos meses y planeaban otro.

La Autoridad Palestina, que cuenta con reconocimiento internacional, administra zonas de Cisjordania y coopera con Israel en seguridad, pero es muy impopular y ha sido blanco de violentas protestas palestinas.

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Magdy informó desde El Cairo; Nessman y Amy Teibel desde Jerusalén. Samya Kullab en Bagdad; Bassem Mroue en Beirut; Albert Aji en Damasco, Siria, y Ashraf Sweilam en El Arish, Egipto.

Prensa Asociada

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