Por Frank Valenzuela

Manzanillo, Montecristi. – La comunidad de Manzanillo se encuentra sumida en la indignación y el desconcierto después de que la procuradora del Distrito Judicial de Montecristi, Johanny A. Herrera, haya ordenado la liberación de los presuntos secuestradores responsables de tratar de sacar por la fuerza de un restaurant a una persona y realizar un violento tiroteo en plena calle en el frente del lugar ubicado en la calle 27 de febrero. La decisión ha generado un escándalo sin precedentes y ha dejado perplejos a los habitantes.

El capitán de la lancha Cayo 1, Santiago Sosa de los Santos, y tres tripulantes más, Pedro Brand de la Cruz, Joselito Antonio Paulino y Mariglen Hotaj, fueron puestos en libertad el pasado sábado, generando aún más indignación entre los ciudadanos. Los empleados del Restaurante El Puerto, testigos directos de los hechos, se vieron obligados a expulsar a las personas involucradas por temor a que ocurriera una tragedia en el establecimiento.

El incidente ocurrió a plena luz del día y frente a todos los empleados del restaurante local. Testigos relatan escenas de pánico y terror mientras los presuntos delincuentes amenazaban a sus víctimas con armas de fuego y lograban sacarlas del lugar. Al intentar introducir a la fuerza a una yipeta a uno de los secuestrados, Santiago Sosa de los Santos logró escapar, lo que dio lugar a un tiroteo en un intento por detenerlo o asesinarlo.

En relación con los sucesos ocurridos, se destaca que supuestamente las causas de lo ocurrido estarían relacionadas con un ajuste de cuentas vinculado a actividades ilegales de trata de personas hacia Puerto Rico y desde Cuba hacia la República Dominicana. Según la información recopilada, el objetivo del secuestro era Santiago Sosa de los Santos, quien se encontraba en medio de un conflicto por una deuda con un individuo llamado Pelofino, relacionado con el negocio de viajes ilegales.

El rumor público que circula en Manzanillo destaca que estos individuos se dedican a buscar en Cuba a jóvenes prospectos del béisbol.  Según declaraciones del capitán de la lancha, Santiago Sosa de los Santos, autodenomina a esta ´persona “turistas cubanos» y supuestamente utilizan lanchas rápidas para ingresar ese país en sus traslados a Republica Dominicana.

Ante esta situación, la indignación se ha extendido rápidamente por toda la comunidad, pues resulta incomprensible que la justicia haya tomado la simple decisión de liberar a estas personas, a pesar de los graves delitos que han cometido. La procuradora del Distrito Judicial de Montecristi, Johanny A. Herrera, ha sido duramente criticada por su papel en esta escandalosa resolución judicial.

«Es una burla a la justicia y a la seguridad de nuestra comunidad», comenta un residente de Manzanillo, visiblemente consternado. «Estamos en riesgo, porque estos individuos han demostrado que son capaces de cometer actos violentos sin ningún remordimiento».

La palabra «secuestro» ha cobrado un nuevo significado en Manzanillo, donde los habitantes se sienten desprotegidos y vulnerables frente a la impunidad de los delincuentes. La comunidad exige respuestas y una justicia que esté a la altura de las circunstancias.

Las cámaras de seguridad, tanto dentro como fuera del restaurante, captaron el momento en que los presuntos secuestradores llegaron al lugar, intentando llevarse a Santiago Sosa de los Santos. El administrador del restaurante les advirtió que estaban siendo grabados-

La presencia de cámaras de seguridad en el Restaurante El Puerto ha sido crucial para documentar los momentos en que los supuestos secuestradores intentaron raptar a Santiago Sosa de los Santos.

Santiago Sosa de los Santos, el capitán de la lancha involucrada en los hechos ha brindado declaraciones a los medios después de sufrir golpes en la cabeza durante el intento de secuestro. Según sus palabras, fue citado por Pelofino desde Puerto Plata, y posteriormente llegaron los desconocidos armados.

La rápida intervención de la Policía Nacional, bajo el mando del director de la regional del Noroeste, Isaías Marte, y en colaboración con el Ejército, condujo a la detención de los agresores en el cruce de Copey-Pepillo Salcedo, evitando así un desenlace aún más trágico en Manzanillo.

Este suceso ha dejado al descubierto la necesidad de fortalecer la seguridad en Manzanillo y tomar medidas para prevenir y combatir actividades delictivas relacionadas con el secuestro y la trata de personas.

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