Por Frank Valenzuela

Bautizado en la Iglesia Adventista del Séptimo Dia de Manzanillo

En la Iglesia Adventista del Séptimo Día, se encuentra arraigado un mensaje que ha sido proclamado con fervor a lo largo de los años: el Fuerte Pregón. Este mensaje, respaldado por la Palabra de Dios, tiene como objetivo principal la salvación de las almas y la preparación para la venida de Cristo. Pero, ¿qué es realmente el Fuerte Pregón y por qué es tan importante para la Iglesia Adventista?

En la Iglesia Adventista el  Fuerte Pregón es una  poderosa herramienta consignada en la cita bíblica de Apocalipsis 14:6, que declara: «Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo». Esta es una llamada urgente a proclamar el mensaje del evangelio con valentía y persistencia a todo el mundo. Es un llamado a ser portadores de la verdad y llevar la esperanza de la salvación a cada rincón de la tierra.

La importancia del Fuerte Pregón radica en la comprensión de que estamos viviendo en tiempos proféticos. La Iglesia Adventista reconoce que estamos en los últimos días de la historia humana y que la venida de Cristo está cerca.

 En este contexto, el mensaje del tercer ángel, descrito en Apocalipsis 14:9-12, adquiere una relevancia especial, citamos «Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.»,  

Este mensaje llama a las personas a adorar al Dios verdadero, a apartarse de la adoración falsa y a obedecer los mandamientos de Dios. Es un mensaje de advertencia y esperanza, que nos insta a mantener nuestra fe en medio de las pruebas y tribulaciones que vendrán.

Tres mensajes bíblicos fortalecen aún más el mensaje del Fuerte Pregón. En Mateo 28:19-20, Jesús nos llama a difundir Su mensaje de amor y salvación a todas las personas, sin importar su origen o ubicación geográfica. Marcos 16:15 nos envía a proclamar el evangelio a todas las personas, sin dejar a nadie fuera. Y en 2 Timoteo 4:2, se nos insta a proclamar la Palabra de Dios en todo momento, sin importar las circunstancias. El Fuerte Pregón es una llamada a seguir predicando la Palabra de Dios con convicción y dedicación, incluso en tiempos difíciles o adversos.

Es importante recordar que el Fuerte Pregón no es solo una tarea externa, sino que también implica un compromiso interno. Requiere que vivamos vidas coherentes con la fe que profesamos, reflejando el carácter de Cristo en nuestras acciones diarias. Esto incluye tener un dominio propio y una vida disciplinada, evitando las tentaciones y manteniéndonos firmes en los principios bíblicos.

En ese sentido, el Fuerte Pregón es un llamado a asumir la responsabilidad de proclamar el mensaje de salvación y a vivir de acuerdo con los principios divinos. Como creyentes, tenemos el deber de difundir la verdad del evangelio, compartiendo el amor de Dios y mostrando el camino hacia la salvación.

En un mundo donde la verdad se distorsiona y las falsas enseñanzas abundan, el Fuerte Pregón se convierte en una luz en la oscuridad. Es un mensaje de claridad en medio de la confusión, una llamada a la adoración verdadera y a vivir una vida en obediencia a los mandamientos de Dios. En un tiempo en el que las profecías bíblicas se están cumpliendo, es crucial que los miembros de la Iglesia Adventista abracen este mensaje y lo compartan con pasión y amor.

El Fuerte Pregón no solo se limita a la proclamación verbal, sino que también implica vivir de acuerdo con lo que predicamos. Como creyentes, debemos reflejar los valores y principios de Cristo en todas nuestras acciones y decisiones. Esto implica tener un dominio propio y una vida disciplinada, evitando las tentaciones y manteniéndonos firmes en los principios bíblicos.

Con fortaleza debemos asumir Hechos 1:8: «Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra». Aquí, Jesús promete a sus seguidores el poder del Espíritu Santo para ser testigos suyos en todas partes. El Fuerte Pregón requiere la guía y el poder del Espíritu Santo para cumplir la misión de proclamar el mensaje de salvación hasta los confines de la Tierra.

Como creyentes, debemos abrazar este llamado con pasión y dedicación, confiando en el poder y la guía del Espíritu Santo. Cada uno de nosotros, como parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, debe responder al Fuerte Pregón y cumplir fielmente con la misión que se nos ha encomendado.

En definitiva, el Fuerte Pregón es un mensaje fundamental para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Nos llama a proclamar el evangelio con valentía y persistencia, llevando la esperanza de la salvación a todo el mundo. Debemos vivir de acuerdo con los principios divinos, reflejando el carácter de Cristo en nuestras vidas y difundiendo la verdad del evangelio con pasión y amor. Con la guía y el poder del Espíritu Santo, podemos cumplir nuestra misión y ser testigos de la venida de Cristo en todas las partes del mundo.

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