Los expertos pronostican que los productores del metal precioso serán de los pocos sectores que podrían resistir a la presión este año.
Las turbulencias que a día de hoy acechan el panorama económico mundial han ayudado a potenciar el valor de un metal precioso: el oro. Los analistas señalan que actualmente el precio de los lingotes se sitúa tan solo un 5% por debajo de su máximo histórico.
Zijin Mining Group, el mayor productor de oro de China por capitalización de mercado, ha podido cotizar en Shanghái cerca de su nivel más alto desde abril del 2022, tras conseguir un aumento del 17% este año. Durante el mismo período, Zhongjin Gold, la segunda productora más grande del país, ha aumentado su valor un 21%, situándose en su nivel más alto en casi 2 años, mientras Shandong Gold Mining, el tercer productor, ha subido un 11%, recoge SCMP.
Los expertos pronostican que los productores de oro serán de los pocos sectores que podrían resistir a la presión este año, teniendo en cuenta la situación que están viviendo los mercados financieros debido a la inestabilidad bancaria en EE.UU. y Europa. Los fondos vuelven a invertir en el metal en medio de la búsqueda de un activo refugio seguro.
«La demanda de oro sigue ahí», dijo Wang Qi, analista de Guosheng Securities, agregando que «los riesgos geopolíticos y el sentimiento de pánico» ayudan a «tal demanda».
A pesar del retroceso que los futuros del oro sufrieron esta semana —su valor cayó un 2,1%—, la trayectoria alcista de este valioso metal sigue intacta tanto a corto como a medio plazo, informó Saxo Markets, señalando que la onza tiene la oportunidad de desafiar su precio máximo histórico.
El 10 de marzo, el sistema bancario estadounidense experimentó la quiebra más grande desde la crisis financiera del 2008: Silicon Valley Bank (SVB), el decimosexto banco más grande del país, colapsó después de que los depositantes, en su mayoría vinculados con el sector de la tecnología y empresas respaldadas por capital de riesgo, retiraran su dinero a medida que se extendía la preocupación por la crisis dentro de la entidad
2 días más tarde, los reguladores cerraron el Signature Bank, con sede en Nueva York, debido a riesgos sistémicos y con el fin de evitar un contagio en el sector
La semana pasada Credit Suisse, el segundo banco más grande de Suiza, sufrió pérdidas significativas a raíz de la crisis bancaria que afecta a EE.UU. y después de que su principal accionista, Saudi National Bank, anunciara que no inyectaría más dinero en la entidad
En este contexto, el banco central suizo se vio obligado a prestar 50.000 millones de francos suizos (unos 53.600 millones de dólares) a Credit Suisse. No obstante, la financiación otorgada por el regulador no logró estabilizar el precio de las acciones
Mientras tanto, el mayor banco suizo, UBS, compró Credit Suisse por un valor total de unos 3.240 millones de dólares, luego de que la Confederación Suiza otorgará una garantía equivalente a más de 9.700 millones de dólares