Los demócratas no se inmutan, incluso están mareados por una posible revancha en 2024 entre el presidente Joe Biden y Donald Trump. Pero la perspectiva de enfrentarse al gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, está provocando rumores de angustia dentro de los círculos demócratas.
Si bien los asesores y aliados de Biden aún no han decidido una estrategia para frustrar a DeSantis, la Casa Blanca no ha perdido la oportunidad de golpearlo en un esfuerzo por debilitarlo antes de que pueda anunciar una candidatura presidencial, según conversaciones con asesores de Biden y estrategas democráticos.
A los demócratas les preocupa que DeSantis, que preside un estado grande, diverso y que antes era indeciso, pueda atraer a posibles votantes de Biden, aquellos que de otro modo se inclinarían por los republicanos, pero que sintieron repulsión por el equipaje de Trump, dijeron los asesores y estrategas.
Los aliados de Biden se preocupan en privado de que el historial de DeSantis pueda atraer al mismo grupo de votantes independientes, mujeres o suburbanos a quienes Biden necesita cortejar para ganar. Aunque muchos también argumentan que DeSantis no está probado a nivel nacional y podría fallar en las primarias republicanas, con los votantes o en el escenario del debate contra otros republicanos.
A los 44 años, DeSantis ofrece una alternativa más enérgica y juvenil a Trump, de 76 años, y Biden, de 80.
“Desde el principio, tienes tal contraste en la edad. Una cosa es que Biden esté al lado de Trump, porque Trump en realidad no es tan joven. La diferencia de edad entre Biden y DeSantis es muy notable”, dijo Brad Coker, director gerente de Mason-Dixon Polling and Strategy, una firma de consultoría con sede en Jacksonville, Florida.
DeSantis es un elemento casi diario en los correos electrónicos de ataque del Comité Nacional Demócrata, criticando sus posiciones y movimientos políticos. Los asesores y aliados de Biden buscan cuestionar el liderazgo del gobernador, poniendo a los dos campos en un curso de colisión sobre temas candentes como el aborto, los impuestos y la educación.
Recientemente, la secretaria de prensa de la Casa Blanca , Karine Jean-Pierre, en una declaración especialmente feroz, calificó el rechazo de la administración DeSantis de un curso de honores en estudios afroamericanos de la escuela secundaria como “incomprensible”.
DeSantis se está preparando para hacer de la próxima sesión de la legislatura de Florida, con sus propuestas sobre armas, aborto y educación, un trampolín para una posible candidatura presidencial, junto con la gira de un libro que saldrá a fines de febrero. Es probable que lo anuncie una vez que finalice la sesión de Florida en mayo, aunque no tiene prisa y podría esperar hasta el verano.
Se espera que Phil Cox, agente republicano desde hace mucho tiempo y exdirector ejecutivo de la Asociación de Gobernadores Republicanos, ayude a ejecutar la campaña de DeSantis. Ni Cox ni el secretario de prensa de DeSantis respondieron a una solicitud de comentarios.
Otros gobernadores republicanos, como Scott Walker o Jeb Bush, también fueron los favoritos del Partido Republicano en las primeras etapas de un ciclo presidencial, pero no lograron ganar la nominación.
Sin embargo, una gran parte del mensaje de Biden para 2024 es su capacidad para gobernar con éxito y normalidad, sin el caos y el drama de Trump. DeSantis puede argumentar que él también puede gobernar, sin dramas. Si bien los demócratas lo ven como de derecha y políticamente extremista, los votantes no lo han etiquetado de esa manera hasta ahora, dicen los encuestadores.
DeSantis ha utilizado su medida para mantener Florida mayormente abierta durante las primeras etapas de la pandemia de covid-19 como un garrote político contra Trump y los demócratas.
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“El gobernador no es un fanático del manejo de la economía por parte del presidente Biden, que restringió los negocios durante Covid”, dijo Dane Eagle, exsecretario del Departamento de Oportunidades Económicas de Florida bajo DeSantis. “Hemos presionado contra eso, y nuestra economía habla por sí sola con su tasa de desempleo del 2,5%. No es solo que tengamos diferentes resultados, sino que tenemos diferentes resultados de diferentes acciones”.
Centrarse en los registros
Parte de la estrategia de DeSantis es ganarse a tantos donantes republicanos como sea posible y dominar la carrera antes de que anuncie formalmente. Es probable que centre su candidatura presidencial en torno a su respuesta de gobernador a los cierres por covid-19, su manejo de la economía de Florida, incluida su baja tasa de desempleo, leyes de inmigración más estrictas y exaltación de las virtudes de un gobierno limitado. Su esposa, Casey, ex reportera de televisión, sigue siendo su asesora más cercana.
Los demócratas observan de cerca al gobernador. El DNC contrató recientemente a un miembro del personal con sede en Tallahassee para responder a DeSantis en tiempo real. Ese asistente de prensa comenzará antes de que comience la sesión de la legislatura de Florida en marzo.
Tienen motivos para preocuparse. Encuestas recientes de la Universidad de Suffolk/USA Today muestra que DeSantis venció a Biden, 47% a 43% en un enfrentamiento hipotético, mientras que la misma encuesta mostró que Biden venció cómodamente a Trump, 47% a 40%. La mayoría de los votantes en la misma encuesta dijeron que no querían que ni Biden ni Trump se postularan nuevamente en 2024.
La administración de Biden también lo ha engañado sobre el aborto, enviando a la vicepresidenta Kamala Harris a Tallahassee para pronunciar un discurso allí en el 50 aniversario de Roe v. Wade.
