Poco después, el secretario del Departamento de Defensa, Lloyd Austin, confirmó que el globo había sido derribado. El jefe del Pentágono precisó que el vuelo de la aeronave respondía a un intento de China de monitorear las instalaciones estratégicas en el territorio continental del país.

Austin detalló que el presidente Joe Biden dio el visto bueno para derribar la aeronave el mismo miércoles, aunque solo cuando «el operativo pudiera llevarse a cabo sin poner en riesgo innecesario la vida de ciudadanos americanos bajo la trayectoria del globo».

 Asimismo, afirmó que el derribo se efectuó «de forma segura» sobre las aguas territoriales «en pleno apoyo y coordinación» con el Gobierno de Canadá.

Por su parte, el inquilino de la Casa Blanca confirmó que ordenó destruir el globo tan pronto como fuera posible.

«El miércoles, cuando me informaron del globo, ordené al Pentágono que lo derribara cuanto antes. Decidieron que el mejor momento para hacerlo era cuando estuviera sobre el agua, dentro de un límite de 12 millas (19,3 kilómetros). Lo derribaron con éxito y quiero felicitar a los aviadores que lo hicieron», dijo Biden en declaraciones a periodistas en la ciudad de Hagerstown (Maryland).

Mientras, las fuerzas desplegadas en el operativo se centran en los trabajos de recuperación del globo, detalla CNN, citando a un funcionario. Otra fuente del canal aseguró que el aparato fue destruido por un misil AIM-9X lanzado por un caza F-22 que despegó de la base aérea de Langley, en el estado de Virginia.

Antes de ejecutar el derribo, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) cerró tres aeropuertos en los estados de Carolina del Sur y Carolina del Norte, en el marco de «un esfuerzo de seguridad nacional» a petición del Departamento de Defensa.

¿Cómo era?

El aparato, cuya presencia en el espacio aéreo de EE.UU. fue reportada el pasado miércoles, se desplazaba a gran altitud, por lo que no representaba una amenaza militar o física para las personas en tierra ni tampoco para el tráfico aéreo comercial, según lo aseguró este jueves el portavoz del Pentágono, Patrick Ryder.

Si bien Ryder no ofreció detalles sobre el tamaño del aparato, otro oficial estadounidense detalló que la subestructura bajo el aparato medía unos 90 pies (27 metros), que equivale aproximadamente a la longitud de tres autobuses, pero el globo era mucho más grande y alto. 

Ruta del aparato sobre EE.UU. y críticas contra Biden

La aeronave procedente de China sobrevoló las islas Aleutianas, en el mar de Bering, y llegó a través de Canadá al estado estadounidense de Montana, que alberga uno de los tres campos de silos de misiles nucleares en la Base Aérea de Malmstrom. Después, el globo siguió desplazándose por el país norteamericano hasta su derribo frente a la costa oriental.

Aunque, finalmente, la Administración Biden se decidió a deshacerse del globo, que es de naturaleza civil según la versión oficial de Pekín, en un primer momento Washington optó por no derribarlo ante los riesgos de seguridad asociados a una posible caída de escombros.

Las vacilaciones de la Casa Blanca no tardaron en generar críticas desde la bancada republicana. El expresidente del país, Donald Trump, y el actual presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, alzaron su voz instando al Gobierno a derribar el aparato.

«Atacar y desprestigiar a China»

El Ministerio de Exteriores de China informó que el globo despegó del país asiático y es de naturaleza civil. «Se trata de un dirigible civil utilizado con fines de investigación, principalmente meteorológicos», aclaró este viernes un portavoz de la Cancillería china. Además, explicó que la aeronave «se desvió mucho de su ruta prevista», debido a los fuertes vientos y su capacidad limitada de autodirección.

Desde Pekín también denunciaron que algunos funcionarios y medios estadounidenses aprovecharon la situación para denigrar al país asiático. «Algunos políticos y medios de comunicación estadounidenses lo han exagerado para atacar y desprestigiar a China. La parte china se opone firmemente a ello», afirmó un portavoz de la Cancillería.

El organismo subrayó que se trata de una situación de «fuerza mayor», mientras que «China siempre actúa en estricta conformidad con el derecho internacional y respeta la soberanía y la integridad territorial de todos los países».

«Inaceptable» violación

Sin embargo, el Departamento de Defensa de EE.UU. rechazó las afirmaciones de China respecto a que el globo es de naturaleza civil y aseguró que el aparato tiene fines de espionaje. «Sabemos que se trata de un globo de vigilancia», es un aparato «maniobrable y ha cambiado de rumbo», aseveró Ryder. 

Además, resaltó que Washington había protestado ante Pekín por la «inaceptable» violación de su espacio aéreo y las leyes internacionales.

Asimismo, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, declaró que pospuso un viaje a China tras el incidente. El jefe de la diplomacia estadounidense le dijo al jefe de la Oficina de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, Wang Yi, que el vuelo del globo sobre EE.UU. es un acto «irresponsable» que viola la soberanía del país y el derecho internacional, al tiempo que «socavó» la intención de la visita.

La Cancillería estadounidense subrayó que la Casa Blanca sigue «comprometida» con el diálogo diplomático y que Blinken estaría dispuesto a visitar Pekín «en cuanto las condiciones lo permitan».

RT

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