El fundador de la plataforma está preso en Bahamas a pedido de Estados Unidos. Los fiscales consideran que construyó “un castillo de naipes fundado en el engaño”
Sam Bankman-Fried podría ser condenado a hasta 115 años de prisión si es declarado culpable de todos los cargos que se le imputan, entre ellos fraude masivo, mientras construía su imperio de criptomonedas FTX.
Los cargos llegaron cuando Bankman-Fried, de 30 años, compareció ante un tribunal de Bahamas e indicó que lucharía contra una solicitud de extradición de Estados Unidos a la vez que se le negó una solicitud de liberación bajo fianza a la espera de una audiencia.
El fundador de la plataforma FTX, que fue arrestado en Bahamas el lunes a pedido de Estados Unidos, enfrenta una serie de acusaciones, incluso de los reguladores de Wall Street, que dicen que el empresario construyó a sabiendas “un castillo de naipes fundado en el engaño”.
Según el documento hecho público por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Bankman-Fried está acusado de ocho cargos, entre ellos el de fraude electrónico, lavado de dinero y violación de las leyes de financiación de campañas políticas por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, que el lunes pidió su detención y extradición.
Alameda Research era la firma de inversiones creada por el mismo Bankman-Fried, en la que supuestamente utilizó miles de millones de dólares de los clientes de FTX sin su conocimiento para llevar a cabo arriesgadas operaciones.
Los cargos penales, presentados por la fiscalía de Nueva York, representan la mayor amenaza para Bankman-Fried, quien se arriesga a una larga sentencia de cárcel debido a los miles de millones de dólares involucrados.
Autoridades penitenciarias de Bahamas confirmaron este miércoles que Sam Bankman-Fried se encuentra en un módulo de enfermería de máxima seguridad con otros cinco hombres en la prisión de Nassau.
“Es un shock para cualquier recluso venir de casa y ser confinado en un dormitorio o celda, pero lo vi, hablé con él anoche y parecía estar de buen humor”, afirmó ante los medios de comunicación Doan Cleare, responsable del Departamento de Servicios Penitenciarios de Bahamas.
Cleare subrayó que Bankman-Fried no recibirá un tratamiento especial mientras esté encarcelado a la espera del inicio de su vista de extradición el 8 de febrero de 2023 en el Departamento de Servicios Penitenciarios de Bahamas, antes conocido como HMP Fox Hill.
El joven financiero caído en desgracia se encuentra actualmente bajo supervisión médica para evaluar su estado de salud y sus necesidades dietéticas.
“Bankman-Fried tiene algunas condiciones especiales de salud y una vez finalizada la evaluación veremos cómo sigue, pero en cuanto al trato especial, no hay ningún trato especial para ningún recluso en el Departamento de Servicios Correccionales de Bahamas”, recalcó Cleare.
Tras negar conceder la libertad bajo fianza alegando su acceso a “importantes recursos económicos”, la magistrada jefe Joyann Ferguson-Pratt dio instrucciones para que se le realizara una evaluación médica a su llegada y pudiera tomar la medicación prescrita.
En su solicitud de libertad bajo fianza, los abogados de Bankman-Fried informaron al Tribunal de que el acusado es vegano y padece depresión, insomnio y trastorno por déficit de atención desde hace más de una década.
“Tenemos vegetarianos, sí, los tenemos”, señaló Cleare cuando se le preguntó si el centro penitenciario podía adaptarse a la dieta de Bankman-Fried.
En este contexto, Cleare añadió que es probable que los funcionarios se pongan en contacto con la familia de Bankman-Fried para que le lleven comida que se adapte a su dieta especial.
La política de EEUU sacudida por la caída de un generoso donante
Pero los cargos tienen además una dimensión política: uno de ellos lo acusa de “cometer delitos contra los Estados Unidos implicándose en violaciones de leyes federales relativas a la confección, recepción e información de contribuciones, donaciones o gastos” incurridos en elecciones federales, aunque no cita a qué candidatos dirigió sus donaciones.
Según distintos reportes periodísticos, Bankman-Fried financió tanto a candidatos demócratas como a republicanos, aunque en el caso de los demócratas lo hizo abiertamente y en el de los republicanos con firmas pantalla.
Asimismo, Bankman-Fried se enfrenta también a otra demanda, en este caso de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), que lo acusa de orquestar un fraude contra los inversores.
FTX se declaró en quiebra el pasado 11 de noviembre y a finales de ese mismo mes, los nuevos gestores de la compañía comparecieron por primera vez ante el tribunal de bancarrotas del estado de Delaware (EE.UU.) para comenzar el proceso de reestructuración.
La plataforma, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares, podría tener más de un millón de acreedores en todo el mundo. Hasta ahora, la compañía ha admitido que debe más de 3.000 millones de dólares a sus 50 principales acreedores.
Sin embargo, Bankman-Fried responsabiliza de la quiebra en parte a la masiva venta de criptomonedas que se produjo a principios de año. Para el fundador de la empresa, esa venta redujo a la mitad la garantía de FTX, de unos 30.000 millones de dólares.
Llegados a esa situación, según Bankman-Fried, la venta de criptomonedas continuó, combinada con una restricción crediticia y una “huida del banco”, lo que redujo la garantía a 9.000 millones antes de que FTX se declarara en quiebra.
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