Desde que se tiene conocimiento de la historia los humanos hemos tenido la necesidad de agruparnos para sobrevivir, en un principio fueron las tribus, más tarde las ciudades y sus diferentes modelos de organización socio económico.
Desde siempre fue también necesario para el hombre jerarquizar sus relaciones sociales definiendo entre sus iguales al Líder, aquel que lo guiará, de seguro que ese líder fue elegido por su fortaleza y habilidades para defender y conducir la tribu manteniendo su integridad, estoy plenamente seguro que estos líderes estaban provisto de un atributo necesario e imprescindible para conducir exitosamente a su grupo, EL VALOR.
Con el desarrollo de las ciudades y los diferentes modelos economicos los sistemas sociales fueron haciéndose cada vez más complejos y por tanto la elección de los líderes.
Los dirigentes tienen la particular condición de ejercer liderazgo, de ser líderes que no es otra cosa que aquella capacidad que tiene una persona para influir, organizar y motivar a otras personas.
Hay diferentes tipos de liderazgo a saber: el liderazgo Laissez Faire’ (dejar hacer dejar pasar)
Liderazgo Democrático. …
Liderazgo Transaccional. …
Liderazgo Transformacional. …
Liderazgo Situacional.
Hoy también se habla de liderazgo empático que más que una categoría, es un atributo adicional que puede desarrollar el liderazgo transaccional.
El liderazgo transaccional apela al interés propio de cada miembro del equipo. Los incentiva a trabajar bien para alcanzar las metas y cuida de sus intereses armonizando el equipo. En algunos casos, la teoría del liderazgo transnacional indica que este no intervendrá en los procesos hasta que lo necesiten o se ponga en riesgo la salud de la organización, motivando siempre a reconocer los méritos individuales, dejando en claro la escala de mando por niveles de responsabilidad y logros alcanzados, desterrando el amiguismo lisonjero.
El líder pondrá a prueba en ocasiones su capacidad de influir y su VALOR personal, al enfrentar las ambiciones individualistas de grupos asociados que se unen para aplicar la fuerza numérica que produce su necesidad de escolar sin méritos propios.
El valor del líder para enfrentar desafíos y encaminar la organización por caminos correctos no mide riesgos, su convicción es absoluta, en consecuencia, es capaz de quedarse solo cuando de la integridad de la organización se trata.
Por eso valoramos EL VALOR del líder auténtico, que antepone el interés colectivo al suyo propio y se crece cuando las circunstancias le son adversas.
El líder transnacional se libera de ataduras e impulsa lo bueno, lo correcto y esencial, espera con paciencia que su siembra de frutos dulces.
Miguel Bejarán
Ingeniero de profesión, Político profesional, miembro del CC del PLD y empresario local de la provincia Montecristi.