JOR, Qatar (AP) — La contundencia de Francia pudo más que el brío de Marruecos en el Mundial.
Temprano con Theo Hernández y luego en el tramo final con el recién ingresado Randal Kolo Muani, Les Bleus marcaron los goles que anestesiaron el miércoles 2-0 al equipo revelación del torneo para pactar una final soñada contra Argentina en Qatar.
Lionel Messi y Kylian Mbappé, compañeros actuales en el Paris Saint-Germain, protagonizarán el próximo domingo en el estadio Lusail un duelo generacional.
Comandada por Messi, Argentina intentará atrapar su tercer título y primero desde 1986. Con 35 años y en su quinto Mundial, el capitán albiceleste tendrá la oportunidad de ganar el trofeo que le falta en su extraordinaria carrera.
Francia, en cambio, procurará convertirse en la primera selección que repite como campeona desde el Brasil de Pelé en 1962. Mbappé irá por su segunda estrella a sus precoces 23 años.
Mbappé tendrá así el escenario ideal para consolidarse como el nuevo gran crack del fútbol frente a Messi, quien lleva una década y media como la estrella máxima junto a Cristiano Ronaldo.
“Sabemos cómo juegan, están en plena forma”, avisó Antoine Griezmann, el atacante francés que en el torneo se transformó en un volante creativo. “No solo está Messi, tienen un equipo fuerte a su alrededor, y tienen mucho apoyo en la multitud (de hinchas argentinos)”.
“Necesitaremos toda nuestra fortaleza y toda nuestra energía para enfrentar a un equipo muy competitivo que tiene una leyenda como Messi”, agregó el capitán y arquero francés Hugo Lloris.
Mbappé tendrá así el escenario ideal para consolidarse como el nuevo gran crack del fútbol frente a Messi, quien lleva una década y media como la estrella máxima junto a Cristiano Ronaldo.
“Sabemos cómo juegan, están en plena forma”, avisó Antoine Griezmann, el atacante francés que en el torneo se transformó en un volante creativo. “No solo está Messi, tienen un equipo fuerte a su alrededor, y tienen mucho apoyo en la multitud (de hinchas argentinos)”.
“Necesitaremos toda nuestra fortaleza y toda nuestra energía para enfrentar a un equipo muy competitivo que tiene una leyenda como Messi”, agregó el capitán y arquero francés Hugo Lloris.
El gol de Hernández fue apenas el segundo encajado por los Leones del Atlas en este Mundial, y la primera obra de un jugador rival — el otro fue un autogol ante Canadá en el cierre de la fase de grupos. También fue la primera vez que Marruecos se encontró abajo en el marcador en todo el torneo.
De un pase en profundidad de Raphael Varane, Griezmann se desmarcó y dejó un centro hacia atrás que encontró a Mbappé en el punto de penal. El astro intentó empalmar dos veces, pero la pelota quedó servida para que Hernández la prendiese de zurda tras un rebote y la salida del arquero Yassine Bounou.
Tener que ir de remolque tan temprano alteró los planes del seleccionador Walid Regragui. Los marroquíes se vieron obligados a buscar el partido y así exponerse a una Francia que al contragolpe es una máquina bien aceitada.
No fue el único trastorno para Marruecos. Salió a la cancha con un bloque de tres centrales y dos laterales, pero la estrategia de Regragui se torció desde antes que el árbitro mexicano César Ramos pitase el inicio. Sus centrales Nayef Aguerd y Romain Saiss se resintieron de lesiones, el primero en el calentamiento y el segundo pidió el cambio antes de los 20 minutos.
Pero los marroquíes exhibieron criterio al lanzarse al frente. Su asedio al área francesa en la primera parte tuvo como nota sobresaliente una chilena de Jawad El Yamiq que remeció la base del poste y varias intervenciones de Lloris.
Aunque fue superada en la posesión, los dirigidos por el técnico Didier Deschamps no dejaron de generar peligro. Olivier Giroud tuvo un par de buenas ocasiones, la más importante con un disparo que dio contra el poste.
Marruecos hizo méritos de sobra para empatar, pero pagó caro por su falta de profundidad ofensiva al carecer de un centrodelantero con garantías.
El mejor ejemplo lo ofreció el suplente Abderazak Hamdallah al promediar el segundo tiempo en una jugada en la que penetró por todo el centro del área y quedó bien perfilado para batir de zurda a Lloris. No pudo jalar el gatillo.
“El más mínimo error se paga”, dijo Regragui. “Las lesiones no afectarán. No entramos bien en el partido. Tuvimos un gran uso técnico en el primer tiempo y el segundo gol nos mata. Pero nada de eso quita todo lo que hemos hecho”.
Achraf Hakimi, el lateral derecho marroquí, supo maniatar a Mbappé, su compañero y buen amigo en el PSG. Pero el atacante francés igual se las arregló para lastimar, amén de una galopada de 60 metros por la banda izquierda durante el segundo tiempo que deslumbró al público.
Francia jugó con fuego en el complemento, con Griezmann y Aurélien Tchouaméni trabajando a destajo para desbaratar las embestidas marroquíes.
El cuadro africano pareció acusar el rigor físico del esfuerzo y Francia puso la sentencia. Mbappe enganchó a dos rivales en el área y cedió a Kolo Mouani, quien solo tuvo que empujarla al fondo.
Esa es la efectividad que tiene Francia, algo que Messi y sus compañeros argentinos tendrán que neutralizar el domingo.
“Estamos haciendo un torneo sensacional”, destacaron Deschamps. “Pero aún queda un último partido”.
Prensa Asociada