Valenzuela volvió a insistir en que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), organismo multilateral que financia el proyecto de reparación y ampliación del Puerto de Manzanillo, tiene la obligación de establecer con claridad si la descarga de Clinker que allí se realiza, está en consonancia con el nuevo marco de política ambiental y social, aprobado recientemente por esa institución, reglamentación que está siendo aplicado en la preparación y ejecución de todas las nuevas operaciones financiadas por el organismo internacional.

MANZANILLO, MONTECRISTI, RD.– El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEBAMDER), afirmó que el gobierno central a través  de los  ministerios  de  Medio Ambiente y Obras Públicas y Comunicaciones al igual la Autoridad Portuaria Dominicana (APORDOM)  continúan  haciéndose  de la «vista gorda» frente a la acelerada descarga y transporte de manera irregular de Clinker al granel en el Puerto de Manzanillo, a pesar de la creciente quejas de la población sobre los efectos negativos que produce en la salud el polvillo que se origina .

El presidente de la Organización no Gubernamental, el economista Frank Valenzuela, afirmó que, al parecer, el gobierno está priorizando las recaudaciones aduanales que genera la importación de Clinker en el Puerto por encima del estado de salud de los residentes en Manzanillo, situación que cada día se agrava de manera acelerada.

El Centro CEBAMDER reveló que en promedio, más de 35,000 toneladas de Clinker al granel son descargadas por embarcación  de manera irregular, es decir, sin ningún control medioambiental a través del Puerto de Manzanillo y los ministerios señalados no hacen absolutamente nada para proteger a la población de Manzanillo que ve crecer  las enfermedades respiratorias y cancerígenas y sobre todos  aumentando los indicadores negativos de salud de los habitantes de la comunidad como resultados de dichas operaciones.  

Valenzuela volvió a insistir en que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), organismo multilateral que financia el proyecto de reparación y ampliación del Puerto de Manzanillo, tiene la obligación de establecer con claridad si la descarga de Clinker que allí se realiza, está en consonancia con el nuevo marco de política ambiental y social, aprobado recientemente por esa institución, reglamentación que está siendo aplicado en la preparación y ejecución de todas las nuevas operaciones financiadas por el organismo internacional.

Valenzuela dijo que tanto la empresa Lehigh Hanson Cement Group de Estados Unidos como la empresa LafargeHolcim de España, ambas productoras de cemento, establecen en sus hojas de datos de seguridad, que el Clinker es el producto del horno que se muele para fabricar el Cemento Portland y que la operación y manejo de la descarga de manera inadecuada puede provocar efectos crónicos potenciales irreversibles a la salud general de los habitantes que residen en el entorno a causa de la Inhalación, ingestión, contacto en la piel y los ojos.

La entidad asegura, que Lehigh Hanson Cement Group de Estados Unidos, establece que la Inhalación del polvillo del Clinker puede causar efectos crónicos potenciales a la salud y que la su inhalación repetida o prolongada de polvo puede llevar a la irritación respiratoria. así mismo describe que la ingestión puede causar quemaduras en la boca, garganta y estómago y el contacto con la piel puede generar síntomas adversos que incluyen dolor o irritación, enrojecimiento, ampollas, quemaduras en la piel, ulceración y necrosis.

De su parte, la empresa LafargeHolcim que en España produce Clinker de cemento portland y dispone de cinco fábricas de cemento, con una capacidad instalada superior a los siete millones de toneladas anuales, en su ficha de datos de seguridad establece que el manejo de la descarga de cincelar de manera inadecuada puede provocar lesiones oculares graves, irritación cutánea, reacciones alérgicas en la piel e irritar las vías respiratorias.

El Centro CEMAMDER aseguró que la Oficina Internacional del Trabajo, en su publicación «Seguridad y salud en los puertos» establece que «estos peligros deberían controlarse de conformidad con las disposiciones nacionales».

En ese sentido la OIT, en su documento recomienda que en los puertos «la carga o descarga de mercancías pulverulentas debería hacerse en espacios totalmente cerrados y cuando esto no sea factible, deberían impedirse las emisiones de polvo en la mayor medida posible y controlarse».

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