Santo Domingo, 10 ago (Prensa Latina) La peste porcina africana tiene hoy en jaque a los productores dominicanos de cerdos, debido a la gran cantidad de animales sacrificados, sobre todo en la provincia Montecristi y territorios fronterizos del norte del país.
Asimismo, no pocos trabajadores dedicados a su crianza, protestan por la matanza al considerar que algunos están sanos, incluso se manifestaron de forma violenta y llegaron a apedrear vehículos dedicados a la transportación de los animales.
Sin embargo, el gobierno llamó a la cordura, y es de esperar que este martes comience el pago prometido a los productores afectados por el sacrificio de cerdos, una forma de apoyar a este sector que va camino a ver disminuidos al mínimo sus ingresos.
Hasta el momento 14 provincias están afectadas con la enfermedad y miles de cerdos se sacrificaron, más los que faltan, pues es la única forma de cortar el contagio y evitar su proliferación.
Un fenómeno asociado a la enfermedad es que con ella presente, la población evita consumir ese tipo de carne y dirige sus compras hacia los pollos, de ahí que exista un gran desabastecimiento en el país de estos últimos, y el gobierno decidió importar de inmediato grandes cantidades del ave.
Las autoridades insisten con la población en que la peste porcina africana no se transmite de los cerdos a los seres humanos, pero existe temor a enfermarse.
Dominicana consume unos 10 kilogramos de cerdo per cápita por año y un 18 por ciento de su producción se destina a la fabricación de embutidos.
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