Un ciberataque a Colonial Pipeline destapó las vulnerabilidades de seguridad en la envejecida infraestructura energética del país. La empresa cerró sus grifos el viernes y, dependiendo de cuánto dure la suspensión, el incidente podría afectar a millones de consumidores.

La red de oleoductos de Colonial Pipeline tiene cerca de 9.000 kilómetros
La red de oleoductos de Colonial Pipeline tiene cerca de 9.000 kilómetros © France 24

Para bloquear el sistema de oleoductos más grande de Estados Unidos bastaron unos cuantos clics. El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) dijo tener pruebas de que provienen de Rusia y señaló a los culpables con nombre propio: Darkside.

Un ataque cibernético, que podría ser el más grande a la infraestructura petrolera del país, originó el cierre del sistema de Colonial Pipeline el viernes 7 de mayo de 2021 y amenaza con reducir o dejar sin suministro de combustible a millones de estadounidenses.

Según la entidad gubernamental, se trató de un «ransomware», por medio del cual el grupo de piratas informáticos bloqueó el acceso a los computadores de la compañía y pide dinero para liberarlos.

El presidente Joe Biden apuntó que, según los datos de la inteligencia estadounidense, «hasta ahora no hay pruebas» de que «Rusia esté involucrada» y recordó que espera reunirse próximamente con el presidente ruso, Vladimir Putin, sin mencionar una fecha.

La red de Colonial Pipeline de casi 9.000 kilómetros transporta hasta 2,5 millones de barriles de gasolina, diésel y combustible de aviación desde las refinerías del Golfo de México, al sur y al este de Estados Unidos, hasta Nueva Jersey.

Pero, ¿cómo pueden verse afectados los consumidores?

Que no cunda el pánico: el llamado de expertos

Esta compañía dice ser la responsable de la entrega de alrededor del 45% del combustible utilizado a lo largo de la costa este de Estados Unidos. Pero, si habrá escasez o no, depende de cuánto dure apagado su sistema.

No hay un déficit inminente y, por lo tanto, no hay necesidad de entrar en pánico a la hora de comprar gasolina, dijo Richard Joswick, jefe de análisis de petróleo global de S&P Global Platts. Si el oleoducto se restaura antes del viernes, como dice la empresa, no habrá mucho problema.

«Si se prolonga durante dos semanas, sí es un problema», agregó Joswick. “Terminaría con picos de precios y probablemente algunas estaciones de servicio se quedarían sin suministro. Y la compra de pánico solo lo empeora».

El ataque destapó las debilidades del sistema energético

El cierre parcial de la red de transporte de hidrocarburos es apenas una consecuencia de un mal del que ya se ha hablado antes: la fragilidad de la infraestructura energética del país y su vulnerabilidad ante ataques informáticos, cada vez más comunes.

Los piratas informáticos de habla rusa de DarkSide son apenas una de las docenas de bandas de ‘ransomware’ que se especializan en la doble extorsión, en la que delincuentes informáticos roban los datos de una organización antes de cifrarlos. Después amenazan con descargar esos datos en línea si la víctima no paga.

En ocasiones anteriores, el FBI ha aconsejado a las empresas víctimas de «ransomware» que no paguen recompensas a los ciberdelincuentes porque podrían alentar más ataques.

Con AP, Reuters y EFE

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