El Open de Madrid ha logrado reunir a ocho de las diez mejores tenistas del ránking de la WTA, convirtiéndose así en un torneo de lo más atractivo para el espectador. Únicamente Bianca Andreescu, número 6 del mundo, y Serena Williams, número 8, no estarán en la pista de la Caja Mágica.

En el caso de la canadiense, su ausencia es obligada ya que recientemente ha resultado positivo en un test del Covid-19. Por otro lado, el asunto de la norteamericana es mucho más complicado y desagradable.

El público español, que podrá acceder a la pista, se quedará sin ver a la ex número 1 del mundo debido a su conflicto con el director del torneo: Ion Tiriac.

El multimillonario rumano, que llegó a ser número 8 del mundo en su momento, aseguró a comienzos de año que la tenista era «demasiado vieja» y estaba «demasiado gorda» como para competir al más alto nivel.

«Serena fue una jugadora fantástica, si tuviese un poco de decencia se retiraría», llegó a decir.

Unos comentarios que, evidentemente, no cayeron en saco roto. Así, Alexis Ohanian, marido de la de deportista, respondió rápidamente que Tiriac es un «payaso sexista». 

Más tarde, durante el Open de Australia, Ohanian se volvió a acordar del rumano después del pase de Williams a semifinales tras derrotar a Simona Halep. «Menos mal que nadie escucha al payaso racista y sexista Ion Tiriac», llegó a escribir.

La cosa no quedó ahí, ya que el tuit fue respondido por el hijo de Ion, Alexandru, que quiso defender el nombre familiar con una carta abierta en la que aseguraba que «el nombre Tiriac es sinónimo de caballerosidad en el mundo del deporte».

Serena Williams sí jugará en Roma, torneo que aprovechará para preparar Roland Garros. La tenista norteamericana no ha jugado desde que fue eliminada en semifinales del Open de Australia por Naomi Osaka, en lo que para muchos fue un duelo generacional que pudo simbolizar un relevo en la hegemonía del tenis femenino.

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