(Bloomberg) — Luiz Inácio Lula da Silva criticó al presidente Jair Bolsonaro, defendió más ayuda para los pobres y habló en contra de las privatizaciones en su regreso a la escena política de Brasil.

El expresidente no llegó a anunciar planes para presentarse a las elecciones de 2022 en su primer discurso después de que un juez del Supremo Tribunal Federal anulara las condenas por corrupción, despejando el camino para su regreso.

“No tengo tiempo para pensar en una candidatura en 2022”, dijo Lula en una conferencia de prensa el miércoles. “Esa es una discusión para el futuro”.

Lula agregó que está enfocado en unir a la izquierda en torno a un nombre para 2022, lo que no sucedió en 2018.

Si se confirma, la candidatura del expresidente de 75 años probablemente abrirá una brecha en un país que ya lidia con otra devastadora ola de covid-19 y su consiguiente costo económico. También aumentaría las probabilidades de que los moderados vuelvan a ser sacados de la competencia y podría aumentar la preocupación de que Bolsonaro abandone su agenda de reformas favorable al mercado y, en cambio, promueva medidas populistas.

Hablando durante más de una hora en su antigua sede sindical en un suburbio de clase trabajadora de São Paulo, Lula agradeció a los políticos de izquierda por el apoyo y reafirmó su inocencia. También criticó las opiniones y políticas de Bolsonaro, incluido su manejo de la pandemia.

“Este país no tiene gobierno”, dijo Lula. “No escuchen las decisiones idiotas del presidente o del ministro de salud. Vacúnense».

Lula, flanqueado por aliados cercanos, tenía como telón de fondo una imagen de sí mismo siendo llevado por simpatizantes, tomada antes de ser encarcelado en 2018. El cartel decía “vacunas para todos” y “ayuda de emergencia ahora”.

Lava Jato

Lula, quien dirigió el país entre 2002 y 2010, es venerado por millones por su lucha contra la pobreza. Supervisó un auge económico durante sus años en el cargo, ayudado por altos precios de las materias primas y sus planes de redistribuir los ingresos. Aunque el líder de izquierda sigue siendo popular entre los brasileños, vio como su poder estelar se desvanecía en los últimos años cuando su sucesora, elegida a dedo, fue destituida en 2016 y una investigación de corrupción masiva empañó a su Partido de los Trabajadores y lo llevó a la cárcel.

El lunes, un juez del Tribunal Supremo Federal anuló las condenas de Lula en el marco de la llamada Operación Lava Jato por motivos técnicos, lo que le abrió el camino para volver a postular a la presidencia. Para que la ley brasileña lo considere no elegible, como sucedió en las elecciones presidenciales de 2018, tendría que ser condenado, fallo que tendría que ser ratificado por un tribunal de apelaciones.

Nota Original:Defiant Lula Stops Short of Announcing Brazil Presidential Run

©2021 Bloomberg L.P.

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