Héctor Romero es considerado como uno de los mejores jugadores de voleibol en la historia de la República Dominicana. Exaltado al Pabellón de la Fama del deporte dominicano en el año 2007, el atleta es reconocido como una de las personas más experimentadas de la disciplina, gracias a su extendida carrera como jugador y entrenador.
En una entrevista exclusiva con ESPN, el cinco veces atleta del año señaló las diferencias entre el nivel del voleibol masculino de su época frente al actual y sobre las razones por las que entiende que la rama masculina no ha resultado exitosa durante las últimas décadas.
La historia de Héctor Romero inició en Tamayo, de donde es oriundo y tuvo sus primeros contactos con el deporte.
Tuve la suerte de que, en mi pueblo, los pocos jóvenes que habíamos practicábamos todo tipo de deportes, desde baloncesto hasta béisbol y patines, pero donde siento que me desarrollé más fue en el voleibol. Es por ello que durante unos Juegos Estudiantiles en los que representé a Bahoruco durante 1975, el entrenador Miguel Beato Cruz me vio y dijo que tenía las condiciones para jugar a nivel profesional”.
“En 1976 vengo a Santo Domingo y con tan solo 17 años me uno a la selección de mayores y participé en el torneo NORCECA que se celebró en el país. A partir de ahí y cuando vi las condiciones que tenía, así como las posibilidades que se me presentaban, que decido irme a Argentina a jugar profesionalmente y tiempo después me fui a España de la mano del entrenador Jaime Rodríguez”.
Al terminar su carrera como jugador activo, Romero se convirtió en entrenador por la insistencia del entonces dirigente de la selección nacional de voleibol femenino, Jorge Pérez Vento. Esa experiencia la aprovechó para establecerse como uno de los técnicos más capacitados del país.
“Hay entrenadores teóricos y entrenadores de las canchas, yo soy de los segundos. Pérez Vento vio eso en mí y prácticamente fue la razón por la que me retiré como jugador. Me ayudó a prepararme y a crecer como entrenador, le agradezco mucho todo lo que hizo por mí”.
Romero también señaló que el nivel de los jugadores actuales está por debajo de los jugadores de antes a pesar de que hoy las condiciones económicas son mejores.
“Nosotros jugábamos por amor al deporte. Íbamos al pabellón sin dinero para regresar a la villa olímpica y muchas veces sin dinero para comer. A cada rato debíamos inventarnos un cumpleaños para que el maestro Mike Mercedes nos hiciera algo de comer e incluso montamos demostraciones en escuelas y colegios, cobrando cinco centavos, para poder reunir dinero para comprar comida. Sin embargo, sin importar las condiciones, nosotros nos entregábamos en cuerpo y alma por llevar la bandera de nuestro país en el pecho y representar dignamente a la República Domicana”, destacó el exatleta.
“Ahora las condiciones económicas son muchísimo mejores que antes, pero el nivel es mucho más bajo. Una cantidad importante de miembros de la actual selección no tiene el talento ni la capacidad para jugar torneos internacionales”.
“Muchos de esos muchachos son traídos a jugar desde los campos y es más que evidente que no cuentan con las herramientas para elevar el nivel del voleibol local, incluso, muchos simplemente usan la selección como un trampolín para ser vistos fuera del país e irse si captan algún tipo de interés o para conseguir becas. Pero definitivamente hay pocos buenos jugadores y no creo que esa sea una situación que vaya a cambiar porque a los padres ya no les interesa que sus hijos jueguen voleibol. Si un joven tiene condiciones, juega béisbol o baloncesto, pero no voleibol”.
Finalmente, Romero habló sobre su situación actual y la de muchos deportistas exaltados al Pabellón de la Fama del deporte dominicano y de si existe interés de dirigir a la selección en algún punto.
“Te voy a ser honesto, actualmente yo tengo cinco trabajos más el dinero que me llega de pensión. Las viejas glorias del deporte son puestas de lado, a la mayoría no nos invitan a dar clínicas o prácticas para hablar sobre nuestra experiencia a la nueva generación de atletas. Es a raíz de eso que no tengo ningún interés de ser entrenador de selección, uno pasó por ahí, lo vio todo y lo normal es que pensaran en uno para aportar en las canchas, pero se nos menosprecia”, concluyó Héctor Romero.